Leningrado otra vez

Por: José Albuja Chaves

Escribí con el título “Leningrado” un artículo en Diario la Hora de Ibarra, el 05 de abril de 2017, y por su premonición lo reproduzco a los cuatro años, cuando las frustraciones resultan todavía más perversas.

“Es evidente la insatisfacción de un sector del país -la mitad, quizás- que se cree perjudicado con la proclamación del CNE asintiendo el triunfo al señor Lenín Moreno. Es más, se anuncian movilizaciones progresivas que respaldan una apertura hacia un conteo individual de las actas, recurso que al parecer estaría iniciándose como un derecho contemplado en la propia Ley Electoral. (…) Por otro lado, el candidato del Gobierno ya anunció su triunfo y comenzó con una agenda en la que aparece como Presidente electo, demostrando explícitamente, como es natural, su satisfacción por la que atraviesa él, su familia y su movimiento. Plácemes. (…) Las impugnaciones tienen un plazo para presentarlas y para descartarlas, de tal manera que los jueces con sus decisiones tienen en sus manos el pronunciamiento definitivo e igualmente sus decisiones pasarán a la historia, por un lado con suma aquiescencia y, por otro, con reclames y hasta con admoniciones que la misma historia puede guardarlas como impronta. En fin. (…) Personalmente, por la integración del CNE tengo fundadas dudas en avizorar cambios, de tal manera que la cosa estaría juzgada, oleada y sacramentada. Es el leit motiv por el que luchó el sector oficial, y sus ánimos parecen estar en una vía de per omnia saecula saeculorum. (…) Vino, el señor Moreno, directo desde Ginebra a tomar la candidatura a dos manos, pues el señor Glas tenía un perfil bajísimo, pese a que parece que contaba con la venia oficial. Y Lenín afirmó que extendía su mano –no sabemos cuál de las dos- y se disponía al diálogo y a la concertación. (…) Ahora la gente se frota las manos porque ya hace cuentas un bono de $ 150; se crearán 40 nuevas universidades, incluyendo la de Santo Domingo; se ofrece reestructurar la deuda externa y pagar la interna; “democratizar la comunicación” (?); se mantendrán los subsidios existentes; se garantizan las aportaciones del 40% para el seguro de pensiones del IESS; habrá diálogo para la gobernabilidad; se crearán 250.000 empleos anuales, becas para estudiantes, vivienda gratis para los “más pobres”. Parte de su Plan.

Todo ello está bueno. ¿Y la plata? ¿El señor Correa le dejará gobernar? ¿Reciclará ministros? ¿Las sabatinas? ¿Se destapará la olla de la corrupción? Todo el país pendiente”.

A los cuatro años todo un paraíso perdido, y la pobreza el apellido de casi todos los ecuatorianos!