Legislativo sin límites

Agustín Sánchez
Agustín Sánchez

Mientras se busca explicaciones a una sorpresiva aceptación de un 62% en la gestión del órgano legislativo, luego de tantos años tener una calificación paupérrima, lo mínimo que esperaríamos es que, en ese permanente esfuerzo que se realiza en fortalecer la institucionalidad y luchar contra el terrorismo y crimen organizado, la tarea legislativa no se someta actuaciones cómplices que encubran o protejan a perseguidos de la justicia.

A pesar de ello, varios hechos recientes hacen notar que esa acelerada aprobación de leyes económicas si obedeció a una agenda de acuerdos con el Ejecutivo, y que, una vez fenecido, ha abierto la puerta para el descalabro de la ética pública. Para muestra, la vergonzosa actuación de la Presidenta de la Comisión de Fiscalización quién en plena comparecencia de la Fiscal General pretendió que un prófugo de la justicia intervenga telemáticamente, lo que ha pasado desapercibido a modo de espíritu de cuerpo. Pero la cosa no termina ahí, en medio de tanta agitación noticiosa e incremento de hechos delincuenciales, la Asamblea, pretende lanzar un salvavidas para los vocales del -CNJ- a través de una reforma al Código Orgánico de la Función Judicial, otorgándoles licencia sin sueldo en caso que a dichos vocales se les dicte prisión preventiva. Muchos de los asambleístas que aprobaron dicha reforma legal, se escudan en el derecho humano a la presunción de inocencia, sorprende entonces ¿por qué solo a los vocales del CNJ?, o acaso ¿tienen una condición especial de super ciudadanos?, ¿no sería coherente, en tal caso, que se elimine la medida prisión preventiva de nuestro ordenamiento jurídico?, con lo cual no coincido. Recordemos entonces, que la prisión preventiva es medida cautelar, de carácter excepcional con la que se limita un derecho a la persona procesada a fin de garantizar su comparecencia al proceso, más no consiste en un juzgamiento previo.

No descuidarnos un minuto del accionar legislativo, pues varias actuaciones tramposas pretenden legislar en favor de la delincuencia y no de sus víctimas, debemos proteger lo poco que queda de la institucionalidad en este país. Por mientras, seguirán distrayéndonos con el outfit presidencial en el informe a la Nación, ¡no seamos ingenuos!