Las obras heredadas

Carlos Arellano

Las estrechas calles de Ambato revelan el completo abandono al que nos sometió la anterior administración municipal. Las obras de última hora ejemplifican la desesperación del exalcalde, Javier Altamirano, por intentar en escasos meses cumplir con algunos de sus compromisos de campaña. Sin embargo, estas obras no son más que un cúmulo de vanidad e improvisación que en las últimas semanas han generado caos, congestión vehicular, establecimientos comerciales que evidencian una disminución considerable en sus ventas y más.

Lo que asombra -aunque no debería sorprendernos- es el derroche de recursos en proyectos de corta duración. Por ejemplo, la repavimentación de la avenida Los Chasquis duró apenas unas semanas; poco después de su inauguración, se puso en marcha un proyecto de regeneración de aceras que, junto con el soterramiento de cables, destruyó varios tramos de esta arteria que se encontraba en perfecto estado.

Una situación similar se presenta en otros sectores de la ciudad: nuevos bordillos y andenes se erigen a la espera de que en breves meses se inicie el soterramiento en estas áreas, con el propósito final de desbaratar lo que ya se ha construido. ¿No es acaso esta mala planificación una forma de corrupción?

Es prácticamente inverosímil esperar que la alcaldesa Diana Caiza, en el escaso tiempo que ha estado al frente de la Alcaldía, logre reorganizar el Municipio y la ciudad. Pero ¿qué medidas debería tomar para remediar estos desatinos? Por ejemplo, exigir a los contratistas que cumplan con los plazos establecidos, supervisar de manera constante el progreso de las obras, reducir la contratación de nuevos proyectos mientras las obras heredadas no estén en pleno funcionamiento, entre otras.

También resulta imperativo que este año la Municipalidad solicite la autorización pertinente con el fin de llevar a cabo el mantenimiento del tramo estatal comprendido entre el redondel cercano a la Universidad Uniandes y el acceso al Barrio Totoras. Esta vía, dada su alta velocidad, se ha convertido en una bomba de tiempo debido a los enormes baches que han proliferado en las últimas semanas.

¿Esto es algo irrealizable? Mientras persista la voluntad política, estas complicaciones podrían hallar en el mediano plazo una solución definitiva.