Iván Elizalde González
La sociedad ejerce una fuerte influencia en nuestro comportamiento y actitud, en especial cuando se trata de acciones agrupadas. Algunas personas ceden a la presión y muchas veces tienden a cambiar su comportamiento y decisiones porque quieren ser aceptados por sus compañeros ya sea de trabajo o familia, estas personas acaban haciendo cosas de las que se arrepienten, solo por la necesidad de no sentirse rechazados.
Desde la infancia estamos siempre rodeados de personas, siempre formamos parte de uno o más grupos, ya sea la familia, los amigos, los compañeros de clase o de trabajo. Es decir, es algo de lo que es imposible huir, ya que formamos parte de la sociedad. De hecho, querer ser aceptados por los demás es algo natural que nos pasa a la gran mayoría de las personas. Los estándares sociales están marcados, generalmente, por las personas a nuestro alrededor, la presión social nos obliga a lo largo de nuestra vida a hacer cosas y a adoptar ciertas conductas y comportamientos que sabemos que no son buenas o que están equivocadas solo con el fin de encajar en una sociedad que nos quiere inseguros que dudemos de nuestros pensamientos que nos sintamos inferiores incapaces de analizar por nosotros mismos nuestra ideas por eso es importante ejercer poder sobre nosotros, para así no ser esclavos de nadie sino más bien libres en pensamiento y opinión.