Sin que pienses que estás inmerso en una sociedad llena de malos olores y sinsabores, sabes que cada vez te es más difícil llegar a ser y no quedarte en estar, que cada vez tus recuerdos y nostalgias no tienen la frescura con las que edificaste, junto a muchos de tus conciudadanos, un lugar donde aprendiste a amar, a formar la estirpe con la que cubriste el orgullo de ser ecuatoriano y que levantando la frente fuiste también afortunado de recorrer meridianos y paralelos, llamando a tu Ecuador, muchos momentos, en los que también faltaban fuerzas y se debilitaba la esperanza, por supuesto no solo a ti, también a otros, para ir clarificando senderos, eliminando recovecos y demostrando que somos, no solo que estamos. Nunca nos dijeron los progenitores que dejar huellas era fácil, en los senderos que la corrupción empezó a dominar la Administración de recursos comunes y cuando el noble ejercicio de la política se llenó de indiferentes que cantan diariamente su himno cuyos versos dicen “con mi trabajo, basta, el resto no me importa”, entonces empezamos a luchar contra los peligros que pretenden eliminarnos, sabemos diariamente que en cada uno de nosotros sorpresivamente habrá un difunto, pero nuestra vida seguirá propagando nuestro ejemplo, nuestro estandarte no dejará de agitarse en los espacios donde nos esperan muchos, igualmente con sus banderas, porque los siglos deben llenarse de nuestras historias y presencias, igualmente como los llenaron nuestros ancestros y nos enseñaron como se debe vivir. Muchas veces, sobrevivir, es cierto, pero así estamos y así vamos. Hoy tenemos que combatir la criminal confabulación de despojos de partidos políticos, que llenos de delincuencia ya proclaman candidaturas ejercidas por seres infames que de llegar a ser elegidos, decidirán que la impunidad de crímenes cometidos por fugados y residentes sea incluida en la Constitución, que eliminar la Fiscalía General de la Dra. Salazar, será otro de los himnos de las sabatinas, que multiplicar los candidatos es un modo de que la Sra. Atamaint siga exhibiendo su vestimenta a la que le falta el color de la reclusión, que hay que evitar el elitismo nefasto y dedicarse, con toda nuestra obligación, a evitar a que las minorías yundas, sean elegidas para que nos gobiernen y luego soportar Asambleas llenas de seres que deben ser eliminados nuevamente por muertes cruzadas, que es lo que merecieron con justa razón.