El último concierto….

Jaime López

……del insigne Director de Orquestas Sinfónicas del Ecuador y de buena parte de un mundo que fue creado por él y para él, quedará inmerso en el alma y conciencia musicales de quienes a lo largo de cuatro décadas asistieron embelesados a admirar su trayectoria, algo incrédulos al principio, luego completamente absortos, participando del milagro protagonizado por un Ambateño-Ecuatoriano, Cum Laude del Conservatorio Tchaikovski  de Moscú, ya que su juventud,  que no es frecuente en Direcciones de Orquestas Sinfónicas, al ritmo de su batuta mágica les decía, que   lo que yo estoy creando es lo que me corresponde hacer por y para mi País, sueños que cultivé en la Quinta Normal de Agricultura y  paralelamente en el Conservatorio de mi Ambato, cristalizados luego de  que muchas becas solicitadas me  fueron negadas, hasta que la de Rusia  me ubicó  en un País donde tuve que aprender su idioma en seis meses porque no había otra, como se dice.  Tenía veinte y nueve años y aún aguardaba su Cum Laude en el Conservatorio de Moscú, momentáneamente retorna a sus pagos y se le ofrece la Dirección de la OSNE para que el Teatro Nacional Sucre sea el escenario de la creación del elevador del nivel de la Música Académica en el Ecuador. Lo que después pasó, atrás del telón principal de la Dirección de Orquestas Sinfónicas, por la nobleza y humildad que adornaron el espíritu del Maestro, merece recordarse cuando se hable de lo que  fue como ciudadano lleno de valores que resaltaban su amor por su tierra y sus ancestros, entregó su pasión y amor a la  ejecución de obras sinfónicas y también su otro indeclinable norte era que la gente siga ese camino y se eduque en entonar canciones  para interpretarlas en las calles de sus ciudades y comarcas. Allá por 1988 pensó que la Fiesta Mayor de su querido Ambato debía engalanarse con la creación de la Rondalla Ambateña, asumió su dirección y con la pureza de su amistad la integró. Hasta que sus rondallos vistieron pantalones largos. Y reservaron mucho de su corazón para que el Maestro Álvaro Manzano no los abandonara a pesar de su último concierto.