El refugio del amor no es el cuerpo, es la vida

El refugio del amor no es el cuerpo, es la vida
Joffre Villalva Casanello

Joffre Villalva Casanello

Sinceramente, tal vez sea un refugiado “literal”, pues según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967, de ACNUR.

Nací en el año en el cual se reconocía jurídicamente la existencia de refugiados en el mundo. Es más: ninguna persona refugiada debería ser devuelta al país en el que su vida o su libertad corren grave peligro.

Aunque uno podría salir legalmente del país solventando las deudas de la vida civil, la principal contradicción jurídica es que, reconozco, prima el interés monetario de terceros sobre la libertad propia o, lo que es lo mismo, el poder conservar la vida como regalo de amor. En esta última reflexión se suma la actual situación del país en la cual el incremento de la violencia y el terrorismo del narcoestado nos sume en la angustia vital de los tiempos. Cabe una aclaración hegemónica: la historia humana lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase. Reconociendo el alquiler de vientres o la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática como una práctica social.

Y sin embargo, por su condición social, nunca le dieron el carácter de refugiada en ninguna parte del planeta por el solo hecho de ser mujer; debía demostrar que merecía ser refugiada. Por lo tanto, no basta llorar por la leche derramada: he de entender que, aunque me presionen las circunstancias para abandonar el país, no lo puedo hacer debido a que mi estatus social no permite que me consideren refugiado en esta vida. Pero, por amor a DIOS, tal vez se pueda cruzar una o dos fronteras antes de que se den cuenta de que no hay práctica en las religiones que nos ayuden a pasar el hambre o la necesidad.

Goode señaló en 1959 cinco tipos principales de «control del amor» presentes en diversas culturas, aunque en un marco formal de elección libre de la pareja, dejando de lado la seguridad de la vida como refugio del amor.

[email protected]