Iván Paredes V.
Como todos los años, cada 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos, establecido por la Organización Mundial de las Naciones Unidas y, hoy no es la excepción, pero es un año sui generis por el alto riesgo a la vida y la seguridad a nivel mundial que no ha sido vislumbrado que, poco o nada se ha contrarrestado, quedando a la deriva la plena Declaratoria de Derechos Humanos que fue creada en 1948; es decir, se cumplen 75 años de su creación, donde los Estados miembros se comprometieron a cuidar, vigilar y garantizar la vida, libertad, dignidad e igualdad, pero en los actuales momentos dista mucho de su objetivo, por ello, pensadores y determinadas organizaciones han preguntado ¿existen realmente Derechos Humanos en la actualidad?, al tiempo han expresado señalando que la Declaratoria se encuentra caduca y es el momento de reformarla, de lo contrario se llegará a un colapso que tendrá graves consecuencias.
El artículo 1 de la Declaración de DDHH, indica que nacemos libre e iguales en dignidad, debiendo comportarnos fraternalmente los unos con los otros, aquello en la actualidad difiere con la realidad mundial. Mientras unos nacen en óptimas condiciones, como debe ser, otros nacen en el pecado de la pobreza y desolación destinados a galopar en la senda de la desventura, la desigualdad y el olvido, donde la única mano que les acogerá es de la delincuencia, la ilegalidad, la anarquía, que dan como resultado seres antisociales, rencorosos, invisibilizados y carentes de amor, respeto y dignidad.
Donde están los Estados miembros que se comprometieron a garantizar la vida, paz, armonía entre todos, es decir, que los Derechos Humanos se respeten; pero, contrario a ello matanzas, seres despedazados físicamente, muchos inocentes que son víctimas de la inseguridad y afectación en sus Derechos que dejaron de tener Derechos.