Orlando Amores Terán
Despreciable, de poco valor.
Actos que describen, una canallada en la historia:
Entregó por 15 años, hasta el 2023, la concesión del servicio telefónico, a la empresa mexicana América Móvil, propietaria de Porta, Claro, Movistar, cediendo en ese lapso, 45.000 MUSD, equivalentes a cinco feriados bancarios del 98-99.
Entregó el petróleo a Petrochina, Petroriente, Andes Petroleum y Sinopec, de la China; a Repsol de España; a Agip Oil y Schulumberger de Francia.
Entregó minas de oro, plata y cobre del país, a corporaciones extranjeras: a Fruta del Norte, la Cordillera del Cóndor; a Lundin Gold, Panantza San Carlos, en Morona Santiago (la segunda reserva de cobre en el mundo); a Junefield y Tongling Nonferrus de China, la Mirador, en Zamora; las minas de oro: Quimsacocha, Río Blanco y Gaby, en Azuay.
Entregó los puertos hasta el 2067: Puerto Bolívar, a la Yilport Holding, de Turquía; Posorja, a la DP World Investments BV; Manta, a Agunsa de Chile.
Quebró TAME y la Flota Petrolera Ecuatoriana. Vendió las fábricas de cemento Chimborazo y Guapán.
Destruyó las fábricas del Ejército.
Ordenó la transferencia de 49 bombas de gasolina, del Banco del Pacífico, de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones. Prevendió el petróleo hasta el 2026.
Destruyó organizaciones de: estudiantes, profesores, obreros, campesinos, indígenas, afrodescendientes, montubios, profesionales, transportistas.
Miles de maestros y profesionales fueron forzados a abandonar sus puestos de trabajo, para ser ocupados por extranjeros.
889.000 jóvenes no tienen acceso a las universidades.
Dispuso más de 355.000 MUSD, sin rendir cuentas sobre la utilización de esos fondos.
Subió la deuda pública de 10.000 a 60.000 MUSD.
Aumentó la desocupación. Quebró la economía del país.