Luis Intriago Luna
El Ecuador está viviendo un desgobierno, primero porque la Constitución que fue hecha a la medida de los correístas con la finalidad de autoprotegerse, hoy está pasando factura a todo Gobierno de turno. Sin embargo, el presidente Lasso afirma que no se someterá a ninguna mafia, sin darse cuenta que la delincuencia y el narcotráfico lo tienen de rodillas; solo un ejemplo confirma lo dicho: han tenido que suspender las clases y esconder a los estudiantes en sus respectivos hogares para que estudien mediante la virtualidad; nos preguntamos ¿Si esto no es sometimiento? Es que ningún Gobierno con este sistema jurídico podrá conjurar la delincuencia en este país. Obviamente, el pueblo cree en falsas propuestas.
La solución contra la corrupción, la inseguridad y el narcotráfico tiene dos caminos para terminar su desenfreno: uno, es que cualquier presidente asuma todos los poderes y gobernar con mano dura, poniendo a un grupo de notables juristas en unidad con los Derechos Humanos para reglamentar y endurecer las penas, sancionando tres veces más en cada caso de los que hoy se aplican, cambiar a jueces y fiscales corruptos, sin llegar a la pena de muerte, ni a la cadena perpetua, pero sí castrar a los violadores. Con estas medidas urgentes, el pueblo descansaría y se multiplicaría el trabajo en el país y, con ello, las inversiones nacionales e internacionales. Además, que los sentenciados se mantengan con sus propios medios o con el sustento de sus padres, ya que muchas veces fueron cómplices o alcahuetes de las fechorías de sus hijos.
La otra medida sería que los Asambleístas en un acto de desprendimiento y patriotismo se unan al poder Ejecutivo para cambiar las leyes y endurecer las penas con el propósito de dar seguridad a todos los ecuatorianos. No obstante, dudamos que estos lobos rapaces quieran dejar la carroña para imbuirse de patriotismo y hacer el bien a los más de 17 millones de ecuatorianos, pues sabemos que estos solo van a buscar notoriedad para las próximas elecciones. Hasta que haya un cambio generacional con patriotismo. Que Dios nos ampare.