Sin eufemismo

Orlando Amores Terán

Orlando Amores Terán

El narcoterrorismo infiltra los órganos electorales, para controlar elecciones. Sucedió en 2006, se comprobó en 2007, con la destitución de 57 diputados que se oponían a la Constituyente

Implantan el software para alterar la votación a favor de la tendencia autodenominada socialismo del s.XXI, cuando los contrincantes no los superan con una cantidad considerable, para ello propician la proliferación de «movimientos políticos».

No es que convirtieron al Estado en herramienta del crimen, lo convirtieron en narco-Estado para legitimar la delincuencia y el terrorismo, a través de leyes diseñadas para favorecer el delito y proteger criminales. Todo se facilita porque no hay democracia. En Ecuador, desde los 80, hay una partidocracia parasitaria que vivía del Estado, actualmente, vive del narco-Estado. 

No hay partidos políticos civiles, existen clubes electorales financiados con dinero que el narco-Estado ladrón sustrae de nuestros ahorros, para subsidiar la «carrera» del hampa política, funcional al narcoterrorismo. El peligro radica en el eufemismo que afirma: «los modelos populistas de izquierda, no juegan con las reglas de nuestra democracia», puesto que no son «populistas de izquierda«, son: narcoterroristas, que utilizan las reglas de la partidocracia narcoestatal. ¡Qué hacer! Desbaratar, el régimen jurídico implantado por el narco-Estado para aparentar «democracia».

Los eufemismos impiden encarar el problema con propiedad. No enfrentamos a «modelos del crimen organizado que utilizan el Estado como instrumento»; confrontamos al narcoterrorismo internacional, autodenominado socialismo del s.XXI, que instaura narco-Estados, para someter a los pueblos, destruyéndolos con plurinacionalidad, ciudadanía universal, dilución de la historia y plebeyización de la política. Si eso no entendemos, no sabremos qué hacer, para superar el problema y seguiremos funcionales al narcoterrorismo.

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