La abolición de la esclavitud y el sufragio universal fueron los dos momentos históricos que permitieron que las mujeres negras se visibilizaran en EEUU. Por una parte, a la mujer negra le preocupaba pasar de tener el amo blanco a uno nuevo: su marido y por otra sus deseos de SER, de tener derechos como todos. Aparentemente estos habían llegado. Se abolió la esclavitud. Sin embargo cuando llegó el momento de aquellas marchas que pedían justicia para la mujer, aquellas “feministas” lúcidas, las mismas que hablaban en nombre de la MUJER y que pedían avances para ellas, estas mismas exigieron su segregación. Las negras podían marchar, pero separadas de ellas.
Y esto es clave para entender el por qué del triple esfuerzo de la puesta en escena de las luchas de la mujer negra. La preocupación de la mujer Afro estaba centrada no tanto en sus relaciones patriarcales como en su reconocimiento como MUJER. Entrar en grandes contradicciones con el hombre negro no era el caso, básicamente porque tanto unos como otros eran ex esclavos con los mismos problemas, las mismas angustias, los mismos sufrimientos…No en vano, se han emprendido grandes procesos de lucha para alcanzar el poder, y en ese sentido, surgen grandes interrogantes tales como ¿Acaso, por ser negra no soy mujer? Un discurso sencillo, propio de una mujer sin estudio, pero muy agudo. El cual en pocas palabras describe algo que actualmente llamamos INVISIBILIDAD y que para mí es la nueva forma de NO SER de la mujer negra.
Por tanto, hoy por hoy no hace falta que nos quiten derechos, solo se necesita NO APARECER o manipular nuestra imagen y adaptarla a lo que se supone que somos. De esta forma se crean estereotipos y prejuicios los cuales son muy difíciles de derribar. Si bien antes NO SER significaba ser claramente víctima de un racismo institucional, ahora estas formas se han refinado. Ser invisible depende en gran medida de cómo los medios te proyecten. La conocida frase “Lo que no se comunica no se vende” describe muy bien las nuevas formas de borrar nuestra presencia.