A Henry Ford, se le atribuye la frase: “Es bastante bueno que la gente de la nación no entienda nuestro sistema bancario y monetario porque, si lo hiciera, creo que habría una revolución antes de mañana por la mañana”.
Incomprensible que, se publicite que la reserva monetaria internacional haya crecido en millones de dólares, justo en épocas que los enfermos claman medicinas fuera de los hospitales y se siga prescribiendo recetas para que los familiares de los pacientes hospitalizados tengan que comprar guantes, suturas, hojas de bisturí y demás insumos necesarios para que algún familiar pueda ser intervenido quirúrgicamente en los hospitales del estado.
Incomprensible que, el estado durante años haya invertido centenares de millones de dólares para el Metro de Quito, obra que es de entera responsabilidad de su Municipio, pero que terminamos pagando todos los ecuatorianos. En cambio, Hospitales como el de Alausí que costaría aproximadamente cuarenta millones y beneficiaría a toda la región sur de la Provincia del Chimborazo, no se construye, para eso no hay dinero
Incomprensible que se aumenten impuestos a la clase media, para beneficiar zonas privilegiadas, con el agravante que lo que pueda recaudarse no se invertiría ni en salud, ni en educación. Estamos dirigidos por personas con mentalidad de banqueros acumuladores de riquezas que aún no pueden cambiar el “chip” para convertirse en estadistas con sentido de las prioridades y la prioridad es la salud y la educación.
Incomprensible que, se acuse de golpistas y mafiosos a ciertos líderes de las otras empresas electorales y luego aparentemente se pacte con ellos y con los votos de sus asambleístas, unos logran más poder, otros consiguen que salgan libres ciertos delincuentes y así todos se benefician, menos la gente pobre.
Incomprensible que se siga gobernando con muchos mandos medios que vienen de regímenes anteriores donde la corrupción era impresionante. O no se estuvo preparado para gobernar, o todo es parte del mismo pacto, entre los mismos de siempre.