Masoquismo político

Luis Intriago Luna

Luis Intriago

Al revisar el diccionario de la lengua española, observamos el significado de masoquista, y entre una de sus acepciones indica que esto aplica a la o las personas que disfrutan del dolor cuando lo maltratan, sienten placer ante el sufrimiento y el ultraje; haciendo una analogía de la  conducta de los electores de la provincia de Manabí y Esmeraldas, en esta última contienda electoral, llevaría a pensar que algo de esto está ocurriendo, porque es evidente el fenómeno que allí pasó en estas elecciones .

Es  reconocido por sus pobladores que el correísmo les robó el dinero previsto para la reconstrucción de estas dos hermanas provincias, por el flagelo sufrido en el 2016 y que no fue poco, pues la ayuda internacional, más el 14% del IVA que impuso el prófugo de la justicia para este fin superaron los 3.000 millones de dólares y no todo llegó  a estos pueblos hermanos, y como si fuera poco, por último un asambleísta correísta se robó ocho millones de dólares asignado para la construcción del hospital de Pedernales, por lo cual fue sentenciado y encarcelado; así lo ha venido reclamando el pueblo y “a confesión de parte relevo de prueba.” Asombrosamente, este enigmático caso demuestra una actitud incoherente entre lo que le hicieron al pueblo y el voto abultado que premió a Alí Babá y los 40.

 Han pasado 7 años y no creemos que la memoria colectiva haya olvidado tan pronto el latrocinio y perversidad que se cometió contra ellos; sin embargo, se premió con el 66 y 61%, pero como dice el dicho popular: “aunque pegue o mate, marido es”.

Las víctimas del flagelo natural del terremoto aún no han podido reconstruir sus viviendas y negocios, existen aún escuelas y parques destruidos, aún no pueden pagar los préstamos a los bancos a los que tuvieron que recurrir.

Frente a este atípico comportamiento, conviene un ligero análisis: premiamos a los impostores de la política y solo hay una explicación: sería porque los hicieron creer que quien les robó fueron los de la lista 35 y que ahora son lista 5 o que nos gusta que nos azoten o vuestra memoria estaría fallando.

Hasta que aprendamos a distinguir entre el político cínico y el político honesto, que Dios nos ampare.

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