Marzo: La Mujer

Yveth Romero Padilla

Yveth Romero

Según la ONU, el 8 de marzo tiene sus raíces en los movimientos feministas de la Revolución Rusa de 1917. En la Revolución Industrial, el 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles marcharon por las calles de Nueva York bajo el lema ‘Pan y rosas’, protestando por las lamentables condiciones laborales, exigiendo la reducción de las horas de trabajo y el fin del trabajo infantil.

 En Nueva York, a finales del siglo XIX, murieron quemadas un grupo de mujeres en una fábrica, cuando se les cerró la puerta para que no se unieran a otras mujeres manifestantes en contra de las condiciones de explotación laboral que vivían. Sin duda, hay un largo camino de conquistas, pero, han sido conquistas externas e importantes, pero no son suficientes.

 Hay algo más que debemos conquistar: nuestro ser interior, nuestro verdadero ser, que sin duda es el impulso que necesitamos para no perder el norte en nuestro camino de la heroína de todos los días. ¿Qué es ser mujer? La imagen de lo femenino está presente en todas las culturas antiguas. Por ejemplo, en la India se venera a Mahasarasvati, a quien se le atribuye las cualidades de tranquilidad, compasión inagotable, energía irresistible, voluntad aplastante, belleza, armonía, ritmo, gracia cautivadora, conocimiento interno, trabajo cuidadoso, perfección tranquila y precisa en todas las cosas; sin duda, todos atributos de ‘lo femenino’.

La mujer es el ser creado para plasmar ‘lo femenino’. Conocer, reconocer y vivir lo femenino en nosotras es fundamental, lo contrario sería perder el sentido de nuestra vida. En el rol que nos haya tocado vivir, como madres, hijas, esposas, hermanas, doctoras, ingenieras, gerentes, educadoras, presidentes de una nación, en cualquier papel fruto del destino y la decisión, jamás debemos darnos el lujo de olvidar nuestro ser mujer.

Nueva Acrópolis Santo Domingo