La Vicepresidente 

Orlando Amores Terán

Orlando Amores Terán 

Oponerse a ser trasladada en misión diplomática a Israel, cuando cuenta con beneplácito internacional y del gobierno de Netanyahu, reiniciará un conflicto degradante. La decisión del mandatario  -guste o no, es una atribución determinada en la totalitaria Carta chávez-, la vicepresidente, debería trastocarla en un triunfo de dimensión internacional, que trascienda los linderos del paisaje denominado Ecuador, que es en lo que lo ha convertido el narcoterrorismo, a través de sus peones, que han destruido con perversidad sistemática su incipiente institucionalidad, desde la década infame a la fecha: 2008, crearon, a través de Constituyente, funciones, instituciones y regiones que instauran el narco-Estado, sometiéndonos a legislación diseñada para favorecer el delito y proteger criminales. 2008, desmantelaron el Servicio Secreto del CCFFAA. 2009, eliminaron la UIES. Suprimieron el GAO. Desarticularon operaciones de seguridad, contra el narcotráfico y la subversión. 2010, desarmaron los sistemas de Inteligencia de FFAA y PPNN. 2011, prohibieron el porte de armas. 2012, impusieron a través del COIP, el garantismo penal, para proteger al hampa común y política, vinculada al narco-terrorismo internacional, autodenominado socialismo del s.XXI. 

En pocos meses de ejercicio político, el neomandatario se habrá desgastado, porque demuestra que no le interesa desarmar el narco-Estado. Sus decisiones son inservibles, aisladas, de «impacto» momentáneo, porque mantiene sin dragar el pantano pestífero en el que nos hundimos, hasta llegar a la cubanización. Mientras tanto, la vicepresidente puede ejercer una actividad prolífica, que al posicionar su pensamiento libertario, ponga en evidencia, sin ni mencionarlo, el fracaso de Noboa, por someterse al narcoterrorismo. Lo cual le permitirá un retorno triunfal. En consecuencia, la aparente derrota, debe convertirla en victoria.

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