Diana Luzuriaga Vera
La frase “La mujer del César no solo debe serlo, sino también parecerlo” tiene un significado profundo sobre la actuación de las personas, en especial de quienes ocupan cargos públicos. Con esta breve introducción, quiero relatar lo que sucedió con la esposa del señor alcalde Ing. Wilson Erazo en un sector llamado “Gran Mariscal Sucre” de nuestro querido cantón.
Como antecedente, en el mencionado sector existe una única cancha de básquet, que es defendida por los moradores ante el proceder ilegal de dos vecinos que pretenden convertirla en parqueadero de sus negocios (restaurante y consultorio médico) generando daños y delitos contra la naturaleza. En audiencia pública del 19 de diciembre del 2022, el señor alcalde se comprometió con la comunidad en la protección de dicho espacio deportivo, hasta la fecha no hay acciones definitivas.
La razón de la frase utilizada en este artículo se da por lo ocurrido el pasado jueves 21 de marzo de este 2024. Los moradores se llevaron una gran sorpresa cuando llaman al ECU 911 a reportar la infracción de vehículos usando la cancha como parqueadero, los agentes acudieron a sitio y reportan que una señora salió muy molesta indicando que es la esposa del alcalde Wilson Erazo y que no va a mover su carro (los vecinos corroboraron con el # de placas) finalmente, la presión de las madres de familia con sus niños en la cancha hizo que se retire.
Lo ocurrido nos invita a reflexionar y reconocer una realidad, hay muchas ventajas de ser la mujer del César, como tener acceso a una posición de poder y privilegios, e influir en diversos asuntos. Pero, también se deben considerar las obligaciones. Ser la compañera de un líder implica ser una líder, ganarse el respeto y la admiración de la sociedad, cumpliendo con la ley y respetando al pueblo como premisa principal. Su rol junto a su esposo es el de representar a los ciudadanos y velar por el bienestar común. Cuando hay esta claridad se hace historia.