La conquista más grande 

Gabriel Villalva Cassanello

Gabriel Villalva C.

La formación del carácter es un proceso fundamental en la vida de cualquier persona. Es lo que define nuestra personalidad, nuestras acciones y nuestra manera de pensar. Por lo tanto, es esencial que dediquemos tiempo y esfuerzo a fortalecer nuestro carácter y desarrollar las virtudes que son sus elementos constitutivos, tales como la honestidad, la humildad, la perseverancia y la empatía.

Este es un proceso en el que la filosofía, entendida como el ejercicio de autoconocimiento puede ser de gran ayuda. La filosofía a la manera clásica es un estilo de vida que busca entender el mundo y la existencia humana a través de la reflexión, del razonamiento crítico y fundamentalmente de una vivencia comprometida y coherente de la que se puedan extraer las verdaderas certezas que darán norte a nuestros actos. 

La filosofía nos enseña a ser conscientes de nuestras propias motivaciones y valores, y nos ayuda a reflexionar sobre el impacto que nuestras acciones tienen en el mundo. Esto nos permite tomar decisiones más éticas y contribuir al bienestar de la sociedad.

A través de la filosofía, podemos superar las limitaciones de nuestro temperamento, y en lugar de sufrir sus estragos, incapaces de gobernarlos; hacer de este temperamento una herramienta de expresión al servicio de una voluntad activa y una conciencia despierta. A nadie le gusta la idea de ser un esclavo y perder su libertad, sin embargo, si nos negamos a la posibilidad de desarrollar nuestro carácter seremos siempre esclavos de esas respuestas mecánicas que surgen ante determinadas circunstancias sin control y sin discernimiento.

Nos han enseñado que no existe más grande conquista que la de conquistarnos a nosotros mismos, y esa es una enseñanza que no la ha dejado aquella que puede ser, si le perdemos el miedo, nuestra más grande aliada, la filosofía.

Nueva Acrópolis Santo Domingo