Idoneidad, perfiles y carismas 

Rogelio Morales Cattani

Nos estamos acostumbrando a calificar como “idóneos” a funcionarios que ingresan al servicio público, basándonos en un supuesto éxito empresarial relacionado a la acumulación del dinero y eso es un error, como lo es, cuando “cajas de resonancia” o mentes de “cajón peruano” que hacen mucha bulla, pero son vacíos en su interior, repiten lugares comunes que causan risa. Un cargo público requiere de experiencia y experticia en el área de su competencia, las delicadas áreas sociales son las más sensibles, porque la salud mientras más socializada es mejor para todos. El servicio social no puede ser considerado una “empresa” que busca ganar o amontonar dinero, es todo lo contrario, es administrar, invertir y promover solidariamente obras y servicios de interés colectivo.

A nadie se le ocurriría ponerle al “millonario” Messi a jugar de defensa central. 

La propaganda mediática dedicada a promover “a panas”, son parte de los vicios de la “dedocracia” enraizada en nuestra sociedad. Recordemos que los multimillonarios Berlusconi y Trump ofrecieron riqueza para todos y utilizaron la política como forma de saciar sus vanidades y enriquecerse más. Para conseguirlo emplearon una agresiva propaganda y un ejército de burro pies y lograron dirigir a Italia y a los EEUU, los resultados están a la vista. Tener dinero no es un mérito por el solo hecho de tenerlo, este par de personajes demostraron que existe una delgada barrera que separa lo político, del espectáculo o culto a la personalidad, subestimando y marginando a una generación que se ha preparado académicamente para asumir retos. 

Ser millonario no es malo y es meritorio si el dinero ha sido bien habido, no todo millonario es malo o patriota, ni todo patriota termina millonario. Queda la posibilidad que el funcionario haya sido escogido por su “carisma” y si bien el sociólogo Max Weber, identificó el carisma como uno de los motores de la historia de la humanidad, algunos ni siquiera eso, son los que el pueblo los conoce como “sangre de chinche” o “chanchos con plata”.

[email protected]