Fallece un gran maestro del Derecho

Mesías Mestanza Solano

Mesías Mestanza Solano

Los juristas del Ecuador estamos de luto por el fallecimiento del señor Dr. Edgardo Lara Averos, quien dedicó su vida a la carrera judicial, haciéndola con mística, probidad, rectitud, honestidad  y decoro; demostrando siempre que sí se puede atender al usuario de la justicia sin ninguna otra influencia que no sea el estudio de la ley, la Constitución, la doctrina y la jurisprudencia, así como los pactos y convenios internacionales de Derechos Humanos.

Edgardo se distinguió por su forma de ser, por su amabilidad y cortesía, por ser respetuoso con sus colegas jueces, con los abogados y con los propios justiciables. Fueron muchas sus cualidades.

Su fuerte era el área civil, donde sus resoluciones fueron obras de arte cuyo producto final era la realidad histórica de los hechos, matizada por la doctrina de verdaderos maestros del Derecho como: Hernando Devis Echandía, Luis Claro Solar o Víctor Manuel Peñaherrera; referentes cuyas sentencias son lecciones que siempre estarán vigentes en el foro nacional para  ilustrar a quienes amamos el Derecho.

Quién de nosotros, cuando asistíamos a la cancha de vóley donde hicimos deporte con el maestro, no aprovechábamos para consultar los casos civiles más complejos a manera de conversación, obteniendo respuestas llenas de sabiduría, con la fluidez propia de quien conoce la hermenéutica legal, pero hablando con palabras sencillas con las que incluso un estudiante de primeros años podía entender con facilidad.

Se ha ido un jurista valioso, pero queda un legado plasmado en muchos procesos judiciales, que servirá para que magistrados, jueces, abogados y estudiosos complementen su acervo técnico-jurídico. No sólo Santo Domingo ha perdido a un jurista de renombre, sino también nuestra provincia, Bolívar, porque Edgardo era guarandeño,  y por supuesto el Ecuador.

Esta columna se une al dolor que embarga a su familia y hace llegar su nota de pesar y condolencia. Permitidme tan solo recordar lo que los estudiosos sostienen: “la tragedia de la vida no es la muerte, la tragedia es el olvido”. Paz en su tumba querido maestro.

[email protected]