Enfermedad silenciosa

Emely Cevallos Torres

Cuando una enfermedad es silenciosa, no presenta síntomas y pasa inadvertida, pudiendo causar lesión orgánica si no se detecta y controla oportunamente.

Hoy hablaremos de la hipertensión arterial (HTA), conocida por su silencio y cronicidad la cual se define como la presión arterial sistólica (PAS) de una persona ≥140 mmHg y/o su presión arterial diastólica (PAD) es ≥90 mmHg después de repetidas evaluaciones.

Se estima que tiene una prevalencia entre el 21 y 25% de la población adulta general. En las Américas específicamente, alrededor de 250 millones de personas la padecen. Por otro lado, las repercusiones de la hipertensión a nivel orgánico, puede abarcar problemas oculares, cardíacos, vasculares, neurológicos, nefrológicos, entre otros. La presión arterial alta combinada con el uso de tabaco, obesidad, diabetes o colesterol alto, aumenta aún más el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular. (OPS, 2021)

No obstante, la hipertensión arterial se considera prevenible a través de intervenciones para disminuir la existencia de factores de riesgo importantes para su desarrollo, por ello, te invito a reducir el consumo de sal, consumir más frutas y vegetales, moderar el uso nocivo del alcohol y realizar actividad física aeróbica al menos 30 minutos al día.

Asimismo, según la Organización Panamericana de la Salud, “La reducción de la sal combinada con una reducción en el consumo de tabaco podría prevenir un estimado de 3,5 millones de muertes en las Américas en los próximos diez años.”

No dejes que el silencio actúe sin haber cuidado de tu salud, las enfermedades prevenibles dependen de ti. Si presentas los factores de riesgos mencionados anteriormente, es indispensable llevar un control de la misma.

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