Encrucijada política

Geomara Rodríguez De la O

Geomara Rodríguez de la O

En tiempos de elecciones, la esperanza y la ilusión por un futuro mejor se renuevan, sin embargo, nos encontramos en la dolorosa disyuntiva de elegir entre dos opciones que parecen no ofrecer soluciones concretas a los problemas que aquejan a nuestro país. En esta ocasión, nos enfrentamos a un dilema en la elección presidencial, donde ambas alternativas carecen de propuestas claras para resolver los desafíos de seguridad, económicos y estructurales.

En muchas democracias, el sistema de alternancia política se considera un principio fundamental para garantizar un equilibrio de poder y evitar la perpetuación de un solo grupo en el poder. Sin embargo, en nuestro contexto, esta alternancia se ha convertido en una fuente de desilusión. A menudo, vemos cómo los candidatos de diferentes partidos prometen cambios significativos, pero al final, el panorama sigue siendo el mismo. 

Las propuestas respecto a seguridad se limitan a vagas promesas de «mano dura» o «paz y reconciliación», sin una estrategia clara para abordar las causas subyacentes de la inseguridad.

La estabilidad económica y el bienestar de la población son cuestiones centrales, sin embargo, las promesas de crecimiento económico y generación de empleo se repiten sin un plan detallado de cómo se lograrán. La falta de políticas económicas sustentables y la corrupción continúan socavando el progreso económico.

Nuestro país enfrenta problemas estructurales profundos en áreas, como: educación, salud, infraestructura y el sistema de justicia. Estos problemas requieren reformas serias y sostenidas a largo plazo. Sin embargo, los candidatos tienden a evitar comprometerse con estas reformas, ya que a menudo son impopulares o requieren un esfuerzo político significativo.

La democracia depende de la participación de los ciudadanos, la supervisión constante y la exigencia de responsabilidad de nuestros líderes. En lugar de conformarnos con las opciones que se nos presentan, es hora de tomar un papel más activo en la construcción de un futuro mejor, exigiendo a nuestros líderes una visión y un compromiso verdaderos para abordar los problemas de seguridad, económicos y estructurales que nos aquejan.

Así que este domingo salga a votar o a elegir, pero luego hágase cargo de esa decisión. 

 [email protected]