El nuevo año

José Manuel Aguilar Reyes

Después de pocas horas, al año lo mataremos por viejo, para dar paso a una nueva oportunidad de vida: una nueva ola de esperanza; una nueva oportunidad de cambio.

Pero para lograr esas aspiraciones, plausibles y necesarias, por cierto, debemos necesariamente hacer un esfuerzo e identificar los cambios que son posibles en nuestra rutinaria vida; las estrangulaciones necesarias de conmutarse; los errores que pueden ser superados, todo orientado a fortalecer nuestra existencia y hacer posible y lograr nuestro objetivo de vida.

Sí lo indicado es necesario, al tratarse de nuestra vida individual, cada pueblo y sus responsables deben hacer lo mismo públicamente, al tratarse de la orientación a seguir nuestra sociedad a la cual pertenecemos, y secuencialmente, el gobierno nacional, que debe reorientar muchas veces su proceder y acercarse más a las necesidades de su pueblo.

Lo que vive actualmente mi pueblo de origen Zaruma, obliga a sus actuales habitantes a ejercer este ejercicio, y luego de su revisión, alinear actitudes de cambio que deben ser insertas en la cotidiana vida de la villa y sus alrededores; por su parte, las autoridades locales, deben públicamente y en ejercicio social y solidario, revisar su proceder e identificar las causas y efectos que han ido progresivamente añadiéndose, para explicar con altura los errores cometidos y ejercitar las soluciones posibles a ese nivel.

De su parte, el Gobierno nacional se ha comprometido a revisar el tema y apoyar en todas sus aristas, a la superación de este angustiante tema real. No podemos esperar un nuevo año, si toda la sociedad zarumeña no se compromete en su andarivel, a solucionar este problema anclado por años en su cotidiano vivir: Zaruma, Portovelo y sus alrededores son y serán pueblos mineros, donde la fiebre del oro existió y lo peor, existe, debiéndose coger al “toro por sus cuernos” y ejercitar en los tres niveles mencionados las soluciones a esta sombra, que nos acompañó por siempre.

Todavía soplan vientos de esperanza, caminemos con ellos al nuevo encuentro que nos ofrece el nuevo año.

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