Kenia Cedeño
El Día de las Madres es una festividad que se celebra en la mayor parte de los países a nivel mundial, esta fecha tan especial sirve para fortalecer los lazos maternos, pero ¿cuál es su origen?
En el mundo antiguo ya se pagaban tributos a las madres, como en Grecia, que honraba a Rhea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades, y en Egipto a Isis, la gran diosa madre. Luego, también los romanos comenzaron a celebrarla.
Más adelante, en el mundo contemporáneo, una de las responsables por la fecha fue Julia Ward Howe. En 1870, la poeta y activista social empezó una gran manifestación pacífica en Boston, en los Estados Unidos, reuniendo a las madres víctimas de la Guerra de Secesión Americana. Desde entonces, comenzó una campaña en el país para instaurar el Día de la Madre, en la que también participó la activista Anna Reeves Jarvis.
Ésta última encabezó una activa campaña que fue extendiéndose a todo el territorio de los Estados Unidos. Y finalmente tuvo resultados. El presidente estadounidense Woodrow Wilson declaró oficialmente en 1914 que el Día de la Madre se celebraría el segundo domingo de mayo.
Hoy rendimos homenaje a un miembro fundamental del núcleo familiar. Celebramos el Día de la Madre. Las madres son el comienzo de la vida, la protección, la alegría y la esperanza. Ser madre no significa solamente criar y satisfacer las necesidades de sus hijos. Representan el amor y apoyo incondicional en su desarrollo como personas, las madres son ese rayo de luz en fondo al túnel cuando nos encontramos en la oscuridad.
Un tributo a esas madres migrantes que han tenido que dejar su país, sus hijos en busca de mejorar su calidad de vida, y que en silencio han llorado recordando fechas como estas, cada madre en el fondo tiene su historia de vida que ha sabido llevar callada, ha secado sus lágrimas y sigue adelante con la esperanza que un mañana ella también podrá volver a celebrar ese Día de las Madres con sus hijos.
Madres hoy y siempre. FELIZ DÍA, MAMÁ