¡Cuidado con los vigilantes!

Luis Intriago Luna

Luis Intriago Luna

La ciudadanía no solo debe conducir a la defensiva sino, además, cuidándose de los vigilantes desvergonzados, atrevidos y sin ningún escrúpulo, muchos de ellos no se conforman con el buen sueldo y las canonjías que tienen, sino que se dedican a solicitar coimas a los conductores y por si fuera poco a pedir el número celular a las damas que conducen sus vehículos, imagínese ¿con qué fin será? Este fue el caso de un desvergonzado y atrevido, quien además de solicitar dinero a una distinguida docente, que, con apenas 20 años de edad, por mérito propio es profesora de inglés en un reputado colegio de la ciudad de Manta.

 El sinvergüenza le hizo detener la marcha a la altura del recinto Quimis, rumbo a Jipijapa cuando regresaba de impartir clases; esto fue el jueves 27 de octubre del año en curso, aproximadamente a las 15:00, por una supuesta contravención, y cuando la asustada dama llamó al padre que es abogado el agente dijo, “no llame a su papá cierre el dispositivo y arreglemos”, acto seguido le dijo: “bueno deje para las colas” y la atemorizada señorita le entregó los últimos cinco dólares que cargaba, pero el zángano le preguntó además, ¿si me puede dar su número celular? Y en ese instante la atemorizada maestra toda nerviosa reinició su viaje y se alejó del rastrero y pernicioso agente de tránsito.

Este desadaptado y pésimo servidor público no es el único que repite la historia de este tipo en esta destacada institución de tránsito, que penosamente los hay por centenares. Con los datos anotados la autoridad correspondiente lo podría ubicar con facilidad y darle un castigo ejemplar; los asambleístas podrían tratar estos casos y endurecer las sanciones en contra de estos tipos de abusos, pues aquellos agentes son llamados a controlar y a evitar los accidentes de tránsito y no a provocar más desastres.

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