Cuestión de decisión

Henry Basurto Jimbo

Henry Basurto Jimbo

Estamos invitados a soñar, a vivir utopías respecto de las formas en las que se mira el mundo, incluso tratando de mejorar nuestro alrededor, cuando nuestra realidad dista de un ambiente armónico y lleno de esperanza. Precisamente, la realidad ecuatoriana en los últimos días ha venido mejorando en los asuntos en los cuales el caos y el dolor era parte de la vida cotidiana, y donde la crónica roja era la protagonista matutina.

No podemos decir que los males ecuatorianos se han solucionado con el combate al narco, no solo de eso el Ecuador debe preocuparse, aunque la prioridad sea esa. Pues el mal más grande que tiene nuestro país es la ignorancia, aprovechada por las grandes diferencias sociales que aplastan a diario a los más débiles. La pobreza también es un mal que, de solucionarse, automáticamente haría que miles de jóvenes que no tienen un empleo, dejen las armas para tomar sus destrezas y ponerlas al servicio de la colectividad.

Es natural que la banca se oponga a que sea obligada al pago de contribuciones especiales, o que de sus multimillonarias utilidades se mermen con un impuesto que sea en beneficio de la emergencia en seguridad que estamos atravesando. Puesto que, en la necesidad, las personas se endeudarán, haciendo todo lo posible para obtener un crédito, lo que claramente mejorará a la banca, en cuanto a los intereses que cobran y lo que pudiesen aglutinar para acrecentar sus muy grandes reservas económicas.

Al encontrarnos en una guerra civil, estamos en una lucha de ecuatorianos en contra de ecuatorianos, en ella estamos metidos todos. Sin embargo, los que se han acercado al poder deben decidir si lo que importa es realmente brindarnos las condiciones de vida que anhelamos, poniéndose del lado de los buenos y obligando a aportar al que más tiene, a fin de que no sea un halagador en redes sociales, sino un verdadero amor por el Ecuador.

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