¿Cuál es el plan?

Geomara Rodríguez De la O

Geomara Rodríguez de la O

En un país donde impera el delito, el inicio de clases ha marcado una nueva etapa para madres y padres de familia, las preocupaciones respecto a la seguridad adquieren un nuevo significado, ahora nos preguntamos cada mañana si nuestros hijos van a estar seguros.

Han aumentado los robos a las afueras de las instituciones educativas, circulan videos de asaltos a mano armada a horas de la mañana cuando los chicos apenas salen de casa. Seguramente, conforme la represión estatal aumente, también aumenten las represalias, y la delincuencia sabe que donde más nos duele es con nuestros hijos. 

Entonces una vez más me pregunto ¿cuál es el plan?

Urgen políticas públicas de seguridad, el estado y los gobiernos locales pueden y deben desarrollar políticas públicas de seguridad destinadas a proteger a los niños y jóvenes de la delincuencia y la violencia; las instituciones educativas deben desarrollar planes de contingencia en caso de atentados y secuestros.

Los gobiernos locales deben tener la voluntad política de invertir en iniciativas para crear espacios seguros, mejorar la iluminación de las calles, instalar cámaras de seguridad en áreas vulnerables, y aumentar la presencia policial en áreas de alta criminalidad. Es decir, se debe desarrollar inteligencia local que nos permita acceder a estadística para tomar decisiones efectivas y mantener segura a la población más joven.

Sí, está lindo declarar como terroristas a los grupos delincuenciales transnacionales que operan en el país, pero no es suficiente y dudo que sea efectivo. 

Insistiré en la importancia de estudiar experiencias cercanas como las de El Salvador y Colombia, incluso para no cometer los mismos errores.

El camino está trazado, es menester hacer  una fuerte y decidida inversión en inteligencia y armamento, inversión social, aumento de las capacidades de los organismos de seguridad, control de las cárceles y fronteras, pero hay que organizar, coordinar y planificar la ejecución, sino la historia los recordará por haber tenido el poder en sus manos, pero haber sido torpes para usarlo. 

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