Colores de la ciudad

Verónica Narváez

Verónica Narváez Terán

El gris es el color del cemento que invade los paisajes. En la ciudad, el gris no se convierte en negro, se convierte en rojo, como símbolo de su directa relación con el aumento de temperatura. Santo Domingo ya refleja zonas urbanas con altas temperaturas, las que son conocidas con justa razón como “Islas de calor”. Las razones empiezan cuando se quita el verde de la frondosidad de los árboles, se pone el gris del cemento y como alquimia urbana tenemos el rojo que nos agobia en los días de sol.

Esta realidad fue reflejada en un taller de “Riesgos y vulnerabilidad al cambio climático”, organizado por un proyecto de las Naciones Unidas que se encuentra focalizado en nuestra ciudad. Al taller asistimos varias instituciones públicas y representantes de la academia y organización civil,  al conocer los mapas de temperatura de la ciudad, nos admiramos y afianzamos la necesidad de conservar los remanentes de bosques urbanos que existen, también proteger las franjas de protección y aumentar la cobertura vegetal; y es que la necesidad de combinar la naturaleza con la infraestructura gris existente se vuelve una misión para todos.

En resumen, destaco estos aportes: La importancia de los datos y uso de herramientas para la toma de decisiones como gobiernos locales, y la necesidad de intervención en todos los niveles para aumentar verde, pero en frondosidad de árboles, no solo necesitamos extensiones verdes de pasto necesitamos los valores ecosistémicos de la sinergia de la naturaleza presente en la densidad arbórea.

El compromiso compartido del aprendizaje nos deja tareas, tenemos que difundir la información existente y a la par tomar decisiones y acciones como sembrar un árbol y cuidar los que quedan en la ciudad.

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