Brenda Valdivieso Vélez
Si existiera la posibilidad de elegir en qué tipo de mundo vivir, ¿qué tipo de mundo elegirías? ¿Acaso no un mundo más justo e igualitario? De hecho, tenemos la capacidad de crear ese mundo día a día y con acciones concretas.
Porque el mundo tal como lo experimentamos es aquel con el cual nuestros pensamientos, expectativas y sobre todo nuestras acciones más resuenan. El mundo que vemos y en el cual vivimos, es el que hemos creado y si realmente creemos que la igualdad y la justica son el camino, es necesario cambiar los corazones y las mentes. A partir de ahora, con nuestras acciones podemos hacerlo.
Éste es el desafío de nuestra generación: convertir las palabras en acciones. Enseñar a nuestros niños que pueden llorar, y a nuestras niñas que pueden ser pioneras a pesar de que en la historia e incluso mientras narro esto hay mujeres humilladas, maltratadas, vendidas, mutiladas, cercenadas, ahorcadas, quemadas…
Mujeres a quienes les estaban vedados los derechos civiles, los cargos públicos, la elección del compañero, pero también el canto, la música, el arte y el goce. Mujeres de todos los tiempos que contra viento y marea desafiaron el orden establecido y se animaron a soñar otro presente.
Hoy son también enfermeras, artistas, escritoras, periodistas, poetas, científicas, abogadas políticas, deportistas, bailarinas, cantantes y actrices, santas y pecadoras, mujeres reales y mitológicas, libres y esclavas, luchadoras incansables.
Recordemos y honremos a todas aquellas mujeres valientes y decididas que cambiaron la realidad nacional. Mujeres de quienes quizá el tiempo borró sus nombres como protagonistas. Sin embargo, son pioneras e impulsoras de la historia. Por lo tanto, hablar de ellas es regresar al pasado, resignificar el presente y continuar el día a día con más fuerza escribiendo nuevas páginas de lucha por la igualdad y justicia en la historia del Ecuador.