Medicina herbolaria: ¿alternativa?

Los productos medicinales llamados herbolarios son ofrecidos como (naturales); son a base de partes de plantas de sus hojas, semillas, flores y raíces extrayendo sus extractos o usadas de forma directa.

Estos productos herbales son utilizados para diferentes fines en el ámbito medicinal. Los remedios herbolarios son ofertados y adquiridos mayoritariamente sin muchas restricciones. Algunos son ofrecidos incluso con códigos sanitarios en barras y se los recomiendan para la cura de diferentes males médicos. Hay tres aspectos que condicionan su uso y su popularidad. El primero es una raigambre cultural y ancestral que los hace muy cómodos para ser usados por la población en general; por ende son considerados puros, naturales y que por ende no provocaran efectos adversos. El segundo es que el costo generalmente es barato con relación a productos medicinales elaborados en los laboratorios. Y el último es que no necesitan una receta médica para adquirirlos. La creencia de que estos productos medicinales son inofensivos y representan menos riesgos al ser “naturales” no es del todo certeras. Hay que tener en cuenta que las normas para elaborarlos son menos estrictas que las de los medicamentos convencionales y en muchos casos los efectos adversos que podrían ocasionar no son del todo conocidos. Hay varios temas que deben ser considerados cuando usemos algún productos herbolario; los productos químicos utilizados en el cultivo, factores medio ambientales, la contaminación por metales pesados como el plomo, mercurio o arsénico. La posible contaminación con bacterias, hongos u otros gérmenes. Dentro del ámbito de la Medicina, se conoce que uno de los principales efectos adversos que ocasionan estos productos es la toxicidad que provocan sobre el hígado. La incidencia exacta del daño hepático inducido por los productos herbolarios se desconoce, por lo que debería existir una regulación y evaluación de estos productos tanto los más usados así como de los menos comprados. La estandarización de los contenidos de principios activos, las cantidades que muestran los efectos benéficos sobre sus efectos adversos y, sobre todo, la demostración experimental, mediante ensayos clínicos controlados o trabajos de investigación que sigan los estándares internacionales. La conducta en Medicina es no oponerse a lo tradicional, lo que sí se debe exigir es reglas claras en la elaboración de productos medicinales considerados alternativos y reafirmar que si bien es cierto se los considera naturales, sí están relacionados –estos productos herbolarios- con efectos adversos. Se tiene que discutir quien sí y quien no podrá usarlos, según sus antecedentes de enfermedades existentes.