El juicio del siglo

Shakespeare Abarca | Opinión


Hace exactamente 90 años el presidente Juan de Dios Martínez Mera fue destituido por vía democrática, aunque a lo largo de nuestra historia republicana han existido similares intentos, estos no han concluido con la salida del presidente de turno. La misma suerte parece estar destinada a correr el actual enjuiciamiento al presidente Lasso, por peculado, que está siendo desvanecido, en la sustanciación a pesar de los gritos y la histeria de Veloz y Pazmiño.

Es penoso ver defender lo incoherente y hasta sospechoso, como es el caso de la asambleísta Pazmiño, que preside la Comisión de régimen económico, quien mediante una comunicación y nutrida documentación le solicita al presidente Lasso, mantener los contratos de Flopec por beneficiosos para el país, pero hoy actúa como acusadora del presidente, por haber seguido su propia recomendación, esgrimiendo no tener carácter vinculante, que poca vergüenza. A la asambleísta Veloz es imposible hacerle entender, que lo político no puede transgredir lo legal y la Contraloría jamás determinó peculado, que las recomendaciones hechas por este órgano si se cumplieron, como han dicho en su comparecencia el Contralor y el Procurador ha corroborado todo lo actuado.

La vieja costumbre de victimizarse como objetos de irrespeto machista de estas señoras es de antología, se suma el asambleísta Cuero, quien sacó a relucir su complejo racial al insultar al asambleísta Villavicencio, por haberle dicho: “Cálmese, calmado se ve mejor.” No hubo ninguna alusión étnica para el descontrol de Cuero, más adelante este mismo asambleísta, soltaría como una máxima: “Que ellos no tienen por qué probar el peculado del presidente” elemental falta de lógica, pues si no hay peculado, de que juicio hablamos.

Es evidente que la acusación por peculado es totalmente infundada y eso lo confirma la ausencia a comparecer de dos protagonistas estelares, con quienes se inició este escándalo: Boscán y los audios de su medio digital, quien ha brillado por su ausencia y el Alm. Estupiñán autor de la ruptura unilateral del contrato entre Flopec y Amazonas Tankers, denunciando a su vez el presunto peculado, quien seguidamente, se retracta, hoy no da la cara. Sin sustento ni votos este juicio va al fracaso, ahora sus desesperados cálculos encaminan a los golpistas a la muerte cruzada.