Año nuevo, renovación en vivir

Iván Paredes

Inicia un nuevo año, y con ello la esperanza que tengamos días mejores compuestos de bienestar, paz, alegría, tranquilidad, elementos prioritarios para obtener salud, trabajo, dinero, y demás actividades necesarias de convivencia social; pero, como las cosas se presentan y el panorama se vislumbra difícil que, aquella esperanza se convierta en realidad manteniéndose como la utopía del ecuatoriano.

Iniciamos una nueva etapa, es decir, un nuevo año, de acuerdo a calendario gregoriano o romano, que son diferentes, pero surgen desde un mismo concepto, porque no todas las culturas han adoptado este sistema, existiendo calendarios muy diferentes, caso palpable es de los Incas y pueblos originarios o indios de América que tienen una diferencia, pero que no lo practican ni utilizan porque, actualmente, se han culturizado occidentalmente. Retomemos, ‘año nuevo, vida nueva’, expresa un refrán, que nos induce a saber que vamos a tener una renovación en nuestro vivir, mejor o mucho mejor que el año terminado, pero en nuestra actualidad se encuentra lejos de empezar una nueva etapa de cambios, porque no vemos ni presenciamos cambios rotundos en el ámbito político, estatal, social, económico, gubernativo, sintiendo que, es posible que las cosas empeoren y se conviertan en peor que las del año que dejamos atrás.

Buscamos una renovación en nuestro vivir, que sea el inicio para dejar todo lo malo, que tengamos la tranquilidad, seguridad y el gusto por encontrarnos en un Estado que nos protege y brinda un bienestar, todo esto, se encuentra en manos de los políticos, que no entienden que ejercer tan digna actividad es para contribuir con sus conciudadanos, y no entrar a la esfera política para enriquecerse, jactarse y sentirse superiores.

El nuevo año es para iniciar dejando los malos hábitos, los malos políticos, la corrupción e iniciar planificando que todos en unidad sin egoísmo y vivezas podemos llegar a ser una sociedad envidiable y altiva.