Un alcalde sin equipo

Giuseppe Cabrera

Se ha vuelto moda afirmar que no tienen compromisos y por tanto, llegan solos y sin posibles directores o jefes departamentales, eso, solo es un rasgo más de la época de la despolítica, donde los partidos ocupan un segundo plato y lo importante es el individuo, el caudillo, el candidato. Al final, un proyecto de ciudad, que supere el nombre propio de quien está en la papeleta que se va a marcar, requiere de un equipo de trabajo que ejecute las decisiones y visiones de esa forma de ver la administración municipal, nada se hace con buenas intenciones y sin planificación y gente capaz de ponerla en marcha.

El alcalde que llega sin equipo, más que demostrar que no está atado, devela su vanidad, en la que solo importa su figura y, por algo razón metafísica se cree el ungido capaz de cambiar su cantón.

Con la realidad se va a dar de bruces, quien crea que es posible hacer una buena gestión sin un equipo capaz, una cosa es ganar una elección y otra muy distinta, es saber administrar la victoria.

Para Weber era tan importante el papel del político, como el del científico, el segundo es el burócrata que por su conocimiento especializado ejerce la administración, diseña y recomienda.

Por eso, los candidatos serios, al contrario, más bien ya deberían llegar con un equipo ya pensado para cada puesto, en función al papel que tuvieron en el diseño del plan de trabajo. De lo contrario, generalmente pierden un año hasta cimentar la administración, tristemente, la colonialidad que nos cruza, hace que quienes llegan se crean en su hacienda y asuman, el espacio de la administración pública, como uno personal, donde colocan y despiden directores a su libre voluntad, impidiendo además la continuidad de los procesos y promoviendo la idea del borrón y cuenta nueva, que hace imposible la visión a largo plazo y piensa en grande.

Los partidos políticos, deberían ser esos espacios donde forman y separan los cuadros, la razón del partido es lo que se perpetúa, mientras los políticos, se proyectan públicamente los equipos siguen analizando la realidad y plantean alternativas que son socializadas por los candidatos a la ciudadanía.