Si nos duele tener un país fallido como muchos referentes y articulistas lo definen, frente a la próxima votación, es necesario sentarnos frente a un espejo, reflexionar profundamente sin engañarnos sobre lo que tenemos que pensar antes de votar y creer firmemente en que todavía podemos augurar nuestro futuro sin llegar a ser impertinentes. Pensar PRIMERO en que el Presidente que va a ser elegido por corto tiempo seguirá bajo el imperio de los indignos de las Cortes Constitucionales, que ojalá se unifiquen en una sola, al que los de la mayoría le sometan a sus criterios y no digan que no es cierto que una imperante necesidad no es de urgencia económica. SEGUNDO no votar por la candidatura de una señora que dice que Shushufindi es provincia y no justificarla por ningún motivo porque integra el grupo de seguidores del que ahora les obliga a que los calificativos que la mayoría de ecuatorianos les puso, consideren como un elogio y que les sirva para disimular la ignorancia de su cerebro lavado, no votar por ellos porque sería votar afirmativamente para que si se produce el regreso del prófugo, la corrupción seguiría pudriendo toda la estructura del país, no votar por esas candidaturas que seguramente querrán ocultar su narco financiamiento para justificar la campaña millonaria, con el oro de los celulares, con el uso de la reserva monetaria, con el uso de argumentos, frases y expresiones que los asesores siempre les han enseñado y que los ciudadanos no entienden, en fin, no votar por los candidatos correístas para ninguna lista en ninguna parte del País, porque al hacerlo le diremos al futuro que éstas elecciones si han sido un impulso para que la democracia reviva. TERCERO Estos últimos días informarse debidamente que ciertas encuestas no persiguen otra cosa que influir negativamente en el votante, pensar que si hay las encuestadoras que en el País si tienen su nombre inscrito en el registro de la honestidad, que si no informan todavía sus resultados, esperar quizá hasta tres días antes. CUARTO. Pensar en éstos últimos días que nuestro voto debe darse al candidato que ha arriesgado su vida en su desempeño profesional y le ha dicho al Ecuador que si hay personas como él, que pueden exhibir los documentos guardados en sus archivos que ganando la Presidencia le servirán para luchar frente a la inseguridad, con los narcos enquistados en la Policía y Ejército, para recobrar la Institucionalidad, para terminar con ese nauseabundo Control de Participación Ciudadana. Votar por Villavicencio será exhibir nuestro espíritu para que nuestro Ecuador siga en el mundo que hasta hace veinte años tuvimos.