Talibanes

Los talibanes se fortalecen en Afganistán. El mundo se estremece ante las perspectivas de un gobierno religioso extremista en la aplicación de la sharia o ley islámica que, en el pasado reciente, demostró ser un pertinaz violador de los derechos humanos, en especial de las mujeres, a las que condenó a ser esclavas sexuales, paridoras de hijos, sin derechos a la educación o al trabajo y, ni siquiera, a salir a la calle, si no era acompañada de un varón. Además, deben usar burka para que vayan cubiertas desde la cabeza hasta los pies. Pero los talibanes que están en el poder han dicho que serán moderados porque, inclusive, ahora se llama Emirato Islámico de Afganistán. Sin embargo, el pasado jueves ocasionaron actos terroristas cerca del aeropuerto de Kabul que se les atribuye al ISIS-K.

Lo ocurrido en Afganistán demuestra que Estados Unidos, con su enorme poder económico y bélico, pierde todas las guerras que las inicia con feroces ataques que hieren y matan a inocentes víctimas de los pueblos agredidos. Huyó de Vietnam, de Irak, del norte de África, y en estos días de Afganistán, país que invadió el 7 de octubre de 2001, para “aniquilar a los terroristas que volaron las Torres Gemelas”. La orden provino del presidente George W. Bush.

Sin duda se trata de una retirada humillante de diplomáticos, tropas norteamericanas y miles de colaboracionistas afganos. Los talibanes, en apenas diez días, llegaron a Kabul luego de derrotar a 300 mil hombres entrenados y armados por Estados Unidos. Hoy los talibanes son más fuertes porque ocuparon armas y municiones de todo tipo que dejaron en su huida, las tropas estadounidenses y de la OTAN.

En el mundo hay desconfianza en el gobierno talibán. Los derechos humanos deben ser respetados y más los de las mujeres.