Rebaño

Matías Dávila

“Soy católico pero voy a misa a veces”… perdóname que te diga, pero entonces no eres católico. Tal vez seas una persona que comulga con muchas cosas del catolicismo. Tal vez el catolicismo te ha servido como normativa de vida, pero de ahí a ser católico hay una notable diferencia. El tercer mandamiento es el de Santificar las Fiestas. Incumplir con cualquiera de los tres primeros mandatos, de lo que me acuerdo de mis clases de catequesis, se convierte en un pecado mortal. Es decir, te freirás por toda la eternidad en una de las pailas del infierno. Lastimosamente no es “como tu crees” que debería ser, es como es. Pero no está mal pensar como piensas. Tienes el derecho de adaptar la filosofía a tus necesidades y a tus intereses. En política lo hacemos todo el tiempo. Yo soy de izquierda pero me fugo a los EEUU, o hablo de mejorarles la vida a los pobres y tengo mi dinero en paraísos fiscales. La contradicción es propia del Ser Humano.

Pero volvamos. Yo quiero invitarte a pensar en lo que realmente eres. Uno se siente más cómodo asumiéndose de una u otra forma, pero hay que ver si nuestras acciones van a la par de nuestras declaraciones. Imagínate a un hincha del Barcelona de Guayaquil, yendo al estadio vestido de azul a gritar por el Emelec. Ese sujeto, ¿podría llamarse hincha de Barcelona? ¿Cuántos hinchas harían algo así? Lo que hace de un hincha, un hincha, es justamente eso, que solo utiliza una camiseta y que solo apoya a un equipo. Si una persona puede ponerse las dos camisetas, coincidirás conmigo: es hincha del fútbol. ¡Y eso no está mal!

Así que la próxima vez que lleguen los chicos del Censo a tu casa y te pregunten si eres católico, piénsalo. Tal vez la respuesta correcta sería: “No me considero uno, pero me da mucha paz ir a sus iglesias”. Lo mismo si eres izquierdista o si eres derechista. Lo mismo si eres correista o lassista. Tal vez lo correcto no es identificarse de lleno, sino tener la capacidad de decir, “concuerdo con esto” o “concuerdo con aquello”, pero eso no me hace uno más del rebaño.