Impunidad

Paco Moncayo Gallegos

La dictadura de Maduro suspendió las actividades de la oficina técnica de asesoría del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y solicitó que los funcionarios adscritos abandonen el país en el plazo de 72 horas. Les acusa de una “actitud colonialista, abusiva y violadora de la Carta de Naciones Unidas” y de haberse convertido “en el bufete particular de los grupos golpistas y terroristas que permanentemente se confabulan contra el país”; buscando la impunidad para personas “involucradas en diversos intentos de magnicidio, golpes de estado, conspiraciones”.

Por otra parte, María Corina Machado precandidata presidencial por ‘Vente Venezuela’ en las elecciones primarias de la ‘Plataforma Unitaria’ de 2023, fue inhabilitada políticamente por 15 años para asegurar la tramposa reelección de Nicolás Maduro. De esto nos libramos en 2017.

Hoy en Ecuador, utilizando toda forma de triquiñuelas, el partido chavista busca la impunidad para sus dirigentes sentenciados por actos de corrupción en procesos legítimos y transparentes. Para esto, intentan utilizar la justa preocupación de los ecuatorianos por el desbordamiento de la inseguridad que ellos sembraron por ingenuidad, impericia y mala fe. Sorpresivamente, en la Asamblea intentaron incorporar para el segundo debate artículos que no fueron tratados en el primero con los que lograrían la revisión de la sentencia dictada contra el expresidente Rafael Correa. Subrepticiamente, introdujeron esos artículos en el bloque de las reformas que la mayoría de los legisladores estaba dispuesta a apoyar.

La intentona ha despertado la reacción indignada de varias organizaciones de juristas. La Fiscalía General ya expresó su “preocupación y rechazo” frente a reformas que intentan “instaurar la impunidad en el país” y que provocarían “impunidad en causas penales que cuentan ya con sentencias condenatorias ejecutoriadas”. Con el efecto de que “todo el sistema de justicia y sus decisiones perderían valor, abriendo la posibilidad a que todo delincuente con sentencia ejecutoriada sea puesto en libertad”.

Si pasan estas reformas, Ecuador se volverá una segunda versión del nefasto régimen madurista, para siempre y con las mismas taras.