Cambiar la comunicación desde las instituciones

Pablo Escandón Montenegro

Varios comunicadores de la región andina nos reuniremos para intercambiar experiencias de docencia, de investigación y de vinculación con la comunidad, pues este es un momento clave para el futuro de las escuelas y facultades de Comunicación, ya que todo lo que habíamos previsto y conocido antes de la pandemia, cambió completamente el panorama en todo sentido.

Docentes e investigadores que no son tan conocidos ni son mediáticos, pero que hacen su trabajo de manera permanente y sin habitar las redes como si fueran influencers, se darán cita para comentar, exponer y reflexionar sobre lo que realmente queremos transformar desde la Comunicación, tanto en las clases, la producción mediática y la investigación, y, que tenga un eco importante en la sociedad.

Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina están representados en sus docentes e investigadores que, cada vez ven menos estudiantes en las aulas de sus instituciones, que palpan el crecimiento de los contenidos desmesurados en redes como sinónimo de hacer comunicación, o de aquellos que ven en las mediciones de marketing y ventas, las estadísticas que no sirven para la investigación comunicacional. Y es que, la verdad, el mundo de las comunicaciones cambió y los investigadores no reaccionamos con la velocidad con la que cambia el mundo.

Por ello es importante que nos encontremos, que compartamos experiencias y establezcamos lazos de cooperación, ya que compartimos las mismas necesidades, las mismas realidades, pero con perspectivas diferentes y allí está la complementación de nuestras capacidades y recorridos.

Este será el inicio de la transformación de nuestras instituciones de comunicación, principalmente de quienes estamos en ellas: docentes, creadores, investigadores, profesionales; quienes debemos comprender e interpretar la realidad con nuevas herramientas y con perspectivas teóricas y metodológicas renovadas y acordes a la realidad; de lo contrario, la comunicación volverá a disputarse un sitial entre las ciencias sociales, no porque no exista sino porque no sabe cómo mirarse, describirse y responder a la sociedad.