No a la violencia

Rodrigo Contero Peñafiel
Rodrigo Contero Peñafiel

Muchas personas han desarrollado sus complejos de inferioridad, ya sea porque no pueden llevar a cabo sus actividades habituales o como medio de compensación que les permita desarrollar habilidades parecidas, para unirse a los demás en igualdad de condiciones; sin embargo, hay personas con deficiencias físicas y/o mentales que no desarrollan estos sentimientos. El problema está en que este tipo de personas, no pueden desarrollar actividades que les permita dejar de sentirse inferiores a los demás y se inventan una supuesta grandeza que les vuelve mentirosos patológicos fantaseando grandes hazañas personales.

Estos complejos de inferioridad/superioridad se dan entre personas neuróticas que se ven atrapadas en la inferioridad, cuando desearían secretamente ser sujetos superiores, demostrando una falsa superioridad/inferioridad que solo existe en su cabeza. En cualquier caso, el hecho de luchar por ser superiores los lleva a la amargura, ya que, por mucho que se inventen, siempre habrá gente que les niegue esa supuesta superioridad; como reacción manifiestan: agresividad, angustia, depresión y desdoblamiento de la personalidad. En psicología jugar a ser superior o inferior es una mala táctica porque el mundo no los valora por igual.

No es necesario poseer bienes o “ser alguien” para hacer cosas valiosas y gratificantes. La autoestima no se basa en el hecho de sentirse importante por subyugar muchos pueblos, sino en el hecho de tener muchas posibilidades de ser apreciado y considerado por todos. Si se admite el criterio de ser falibles, se aprenderá a valorar la capacidad de amar, compartir y ser más eficientes, lo que hará que las personas sean más sanas y felices.

Los seres humanos debemos convencernos interiormente de nuestra propia escala de valores, hasta sentirnos orgullosos de ser menos en términos mercantiles, pero mucho más en términos humanistas. La aceptación incondicional de uno mismo va ligada a la aceptación de los demás. Quien mejor habló sobre no violencia fue Mahatma Gandhi, activista por la paz, quien consiguió la independencia de la India del Imperio británico sin disparar un solo tiro, con su filosofía de aceptación incondicional.