Trilogía, de Jon Fosse: una novela del nuevo Nobel de Literatura

Martín Riofrío Cordero

 El pasado jueves 5 de octubre, el mundo de la literatura amaneció sorprendido. Fue anunciado el Nobel de Literatura 2023. Para este año, varias opciones se barajaron. Y por supuesto, no tardaron en salir a la conversación pública los nombres de los autores más opcionados a ganar en esta ocasión. Sonaron varios: Mircea Cărtărescu, Anne Carson, Haruki Murakami, Joyce Carol Oates; por América Latina sorprendieron dos candidatos: el poeta chileno Raúl Zurita, y el novelista argentino César Aira. El fallo, como ya parece costumbre, no favoreció a ninguno de los supuestos favoritos. Al menos no de este lado del mundo. El novelista y dramaturgo noruego Jon Fosse se alzó con el premio, y nos dejó a todos con la idea de que se había premiado a un completo desconocido. Pero, ¿quién es Jon Fosse? ¿En verdad es tan desconocido como pensamos?

En una entrevista publicada por el canal público noruego NRK, Fosse declaró que sí, la noticia lo sorprendió. Pero no tanto. ‘‘He participado en el debate durante diez años y me he preparado más o menos tímidamente para que esto pudiera ocurrir’’, dijo. Además, ostenta en su trayectoria varios importantes reconocimientos, como el título de caballero de la Orden Nacional del Mérito de Francia, o el puesto 83 en la lista de genios vivos publicada por el diario británico The Daily Telegraph. Así mismo, el último tomo de su serie de libros Septología, publicada en español por la editorial independiente española De Conatus, titulado como ‘Un nuevo hombre’, resultó finalista del International Booker Prize.

¿En verdad es tan desconocido como pensamos?

‘Trilogía’, publicada en español en 2018, es una novela que, como su nombre lo indica, se divide en tres partes: Vigilia, Los sueños de Olav, y Desaliento. En ella, se narra la historia de Asle y Alida, dos jóvenes enamorados provenientes de Dylgja, una alejada población noruega, que se ven obligados a salir de su pueblo. En el caso de Asle, sus padres mueren, y en el de Alida, su madre ya no la quiere. Ambos, desterrados de su propio lugar de origen, deciden buscar una nueva vida en Bergen. Sin embargo, cuando llegan, no tienen dónde alojarse. Deambulan como José y María por Belén.  Alida está embarazada, no están casados, y la fuerza de la tradición puede más entre los vecinos del Muelle, quienes se niegan uno tras otro a recibirlos. Es por este motivo, que ambos se ven obligados a encontrar un lugar para que su hijo, el pequeño Sigvald, nazca. Pero, en situaciones no muy bien esclarecidas en un principio, lo hacen por la fuerza. Y es en la segunda parte, donde presenciamos y entendemos las terribles consecuencias de sus actos.

La obra, que bien parece ejemplificar el extendido refrán de ‘‘lo que mal empieza, mal termina’’, está escrita con un estilo peculiar: una prosa desprovista de adjetivos, y caprichosa con los con los signos de puntuación que prioriza, con maestría, la acción de los personajes y el flujo de conciencia. Estamos hablando de una narración onírica, que más allá de las estereotípicas idealizaciones de los sueños, retrata una pesadilla. O, como decía Borges, un infierno. Porque para él la pesadilla era el estado permanente del infierno. Una novela donde el desarraigo y la diferencia con el otro son claves para entender las decisiones de los protagonistas, pero no por eso empatizar con ellas.

Si algo nos demuestra la entrega del Premio Nobel a Fosse, es que a menudo hay autores, como cosas, que ignoramos, pero están a la vuelta de la esquina. ¿En verdad es tan desconocido como pensamos? Pues no. Se trata de un autor que ha construido una destacada obra alejada del circuito hispanohablante, con lectores y gran reconocimiento en otras lenguas. Por ello, si hay un aprendizaje con la consecución del premio por Fosse es algo que ya sabemos, y que en Occidente, a menudo ignoramos: no todo gira alrededor nuestro.