Lasso endosó la gobernabilidad a la Secom

Salvatore Foti

El presidente Lasso está convencido, y esto le pasa a los políticos más conservadores y a los inefables depositarios de la verdad, de que el éxito o fracaso de un gobierno está determinado por la calidad de su equipo comunicacional. Por esta torpe y simplista  interpretación de la política el actual Gobierno ya va por  su tercer Secretario de Comunicación, puesto que al primero se lo responsabilizó injustamente de no lograr comunicar los éxitos del Gobierno, mientras que el anterior, Leonardo Laso, se vio obligado a renunciar tras el garrafal error del mandatario de extender las condolencias a los familiares de la policía Verónica Songor cuando esta todavía se batía entre la vida y la muerte.

Ahora ya vamos con el tercero y, como dice el refrán, esperemos que esta sea la vencida. Con el nuevo secretario parece estarse dando un cambio profesional a dicha oficina, pues vemos mayor uniformidad con respecto a las declaraciones de los funcionarios del Gobierno y, por ende, mayor contundencia y posicionamiento a la hora de introducir una narrativa.

Desde la entrevista de Lasso con Carlos Vera fue evidente el cambio de actitud del  Presidente, quien fue más confiado y determinado a la hora de responder. En más de una ocasión arrinconó y dominó al entrevistador, aunque sea imponiendo más que proponiendo. Se evidenció, por fin, estrategia y capacidad de hacer lucir cualidades comunicativas que no se habían observado antes en Lasso, y que parecen ser algo que tenía bien guardado —como la ironía y el sarcasmo, que calzan muy bien con el personaje—.

Sin embargo, siempre dentro de la misma entrevista, se evidenciaron falencias y falta de preparación, que le siguen pasando factura al mandatario, quien inclusive en estos días tampoco fue muy certero al hablar de “padrinos”.

Así que esperemos que entienda que la gente no es tonta y que urge comunicar lo que se hace en políticas públicas, logros que le hagan más fácil la vida a los ciudadanos. Por ahora el país sigue hundido en gravísimos problemas y Lasso no puede seguir endosando la gobernabilidad a su Secretaría de Comunicación.