¿Qué sigue?

Kléber Mantilla Cisneros

La propuesta del Gobierno de enrumbar el país tiene dos ejes: seguridad y reactivación económica. La consulta popular del 21 de abril refleja un rechazo a la visión de las élites empresariales tradicionales.

Las horas de trabajo remuneradas y la mediación internacional de conflictos no fueron aceptados. Ahora son parte de los temas pendientes de la campaña política de las próximas elecciones.

En lo referente a seguridad, los avances son mínimos. Un día fabuloso de las fuerzas del orden para la captura de deudores de alimentos y para la protección de autoridades demuestran lo confundido de las políticas públicas.

El fantasma de “Fito” está en el imaginario colectivo de algo irresuelto. Los números sobre las muertes violentas no se modifican. No existe un plan específico de intervención militar en las cárceles.

Un indicador de letargo en el desmantelamiento del narcocorreísmo heredado. El discurso político debe incorporar soluciones vía inteligencia artificial e innovación tecnológica para reformar la seguridad en las calles.

En lo referente a reactivación laboral el camino aún está en suspenso. El crimen organizado continúa ocupando los espacios abandonados por el Estado. La minería ilegal y el narcotráfico requieren análisis político y espacios de debate público.

Lo que vemos con frecuencia es la rotación de la gestión de autoridades en temas casi banales. Tal vez ya es el momento de construir las nuevas utopías de 2025. Los candidatos presidenciales sacarán sus conclusiones del mensaje expresado en las urnas este 21 de abril.

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