Desgobierno total

Italo Sotomayor Medina.

Mientras Lasso viaja por el mundo y recibe inmerecidas condecoraciones, el país se debate entre el crimen organizado, el desempleo y para colmo de males, los cortes de energía eléctrica.  En poco más de 2 años, nos ha hecho retroceder al menos otros 20. Es tal la degradación del Estado que Lenín Moreno parece un buen presidente comparado al actual. Es increíble que en tan poco tiempo no ha hecho más que destruir, desmejorar y desbaratar cada cosa que ha decidido tocar. ¡Imagínense si se quedaba los 4 años completos!

Lasso creyó que esa sensación de hastío se acababa con la disolución de la Asamblea y la convocatoria a nuevas elecciones. Decidió, seguramente por recomendación de alguno de sus intrépidos asesores, desacelerar sus apariciones públicas y evitar protagonismos innecesarios durante la contienda electoral. Pasar desapercibido, en medio del caos, es una muestra más de su vanidad y de lo sencillo que le resulta esconder los problemas del país debajo de la alfombra.

Cuando muchos le pedíamos a Lasso que cerrara la puerta y apagara la luz, no pensamos que lo asumiría en su sentido más literal. Los apagones, esos que creíamos superados desde hace más de una década, han vuelto para quedarse. El gobierno, que no deja de superarse en su ineptitud, nos pide ahora que desempolvemos las velas y prendamos las linternas. Como normalmente acostumbra, este es un episodio más en el que su falta de planificación y previsión, provoca que las necesidades ciudadanas sean suspendidas y pisoteadas. ¿Qué hará el sector productivo del país, conjuntamente con la rampante inseguridad, sin capacidad para prender sus motores y salvar lo poco de su economía que no ha sido dinamitada por este gobierno? ¿Acaso sabe que la provisión de los servicios públicos es un derecho que debe garantizarse?

La emergencia en los sectores estratégicos no es nueva, ni tampoco absoluta responsabilidad de este gobierno; sin embargo, no deja de ser cuestionable que el actual decidió convivir con el tráfico de influencias y la corrupción que se encuentra enquistada a todo nivel. No pensó que tenía una importante oportunidad para cambiar el modelo de gestión y sanear al sector. Sencillamente, Lasso acabó con lo público, ¿será que antes de irse nos deja algo de país?

@ItaloSotomayor
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