¡Incorregibles!

Paco Moncayo Gallegos

Los seres humanos han escrito su historia, desde el inicio de los tiempos, con el argumento irracional e inapelable de la violencia. Las luchas hegemónicas han marcado sin pausa la marcha de las civilizaciones, a costa del sacrificio cruento de millones de seres de la propia especie. La historia del mundo es un relato bélico: Esparta y Atenas, Persia y las ciudades-estado griegas, Roma y Cartago, las ciudades estado italianas entre todas ellas, Europa y el Imperio Otomano, estados imperialistas contra pueblos sometidos a la brutal explotación colonial en todo el planeta, genocidios atroces como  la Primera Guerra Mundial con 10 millones de muertos y la Segunda con 50 millones de bajas, una larga ‘Guerra Fría’ combatida en niveles de media y baja intensidad en todos los rincones del mundo, entre capitalistas y comunistas. Hasta que con la implosión de la Unión Soviética parecían abrirse amplias vías para la construcción de un mundo interdependiente que podía desarrollarse en paz.

Pero no fue así. De los escombros del Imperio soviético resurgió una Rusia con sueños de recuperar la grandeza perdida y, en Asia Pacífico, China con memorias de un siglo de humillaciones y las experiencias dolorosas de los fracasos de Mao Zedong en su ‘Gran Salto Adelante’ y su ‘Revolución Cultural’, con el liderazgo visionario de Deng Xiaoping, se convertía, en apenas treinta años, en una potencia con proyección global. Los sueños rusos y chinos enfrentan la voluntad de Estados Unidos y sus socios, de impedirlos. La OTAN proyecta su poder militar hacia la casi totalidad de Europa Oriental y allí está Ucrania víctima del pulso estratégico de los dos bandos; en Asia sucede algo similar, por la proyección regional del poder de China que choca con iguales intereses, aunque en distintas condiciones.

Cuando nos aprestamos a recibir al nuevo año, en Asia Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y del Norte, Taiwán, Australia y la China continental han iniciado una costosísima escalada armamentista; igual sucede con Europa, Estados Unidos, Rusia, Irán y varios países del conflictivo Oriente Medio. ¿Y el planeta? ¿Y la humanidad? ¿A alguien le importa?