¿Expediente electrónico judicial?

Italo Sotomayor Medina

Italo Sotomayor Medina.

Como si se tratara de un producto inédito y sin precedentes, el Consejo de la Judicatura anunció la creación del ‘Expediente Electrónico Judicial’. Para muchos abogados, dentro de los que me incluyo, fue motivo de satisfacción leer que después de tantos años, por fin el Consejo nos permitiría revisar todas las actuaciones judiciales, desde un único lugar; cumpliendo así con una deuda pendiente que solo se esforzó por cumplir, tras una reforma provocada por la Ley de Transformación Digital. ¿La realidad? La supuesta nueva herramienta, es la misma que desde hace mucho tiempo se ha mantenido desde la web de la Función Judicial, a través del ícono de  ‘Consulta de causas’. En resumen, más de lo mismo, se trata tan solo una opción retocada, maquillada y aparentemente más amigable, pero sin rastro cercano de un verdadero expediente electrónico que permita la consulta y búsqueda de procesos judiciales en línea.

La reforma antes señalada, dejaba aún más claro lo que debía incluir el Expediente Electrónico Judicial: providencias judiciales, escritos, diligencias y otras actuaciones previstas en la ley. ¿Que sucede en la práctica? Seguimos observando el contenido de las providencias judiciales, junto a la fecha de presentación de escritos. Esto de ningún modo es un expediente digitalizado, pues, no podemos tener constancia de los escritos presentados por las partes, informes periciales, audios de audiencias, medios de prueba, entre otros. Nada ha cambiado y el suplicio para los abogados seguirá siendo el mismo: acudir presencialmente a las cortes y juzgados, obtener un turno y cruzar los dedos para ver si es posible revisar un expediente y obtener una copia.

Pese a que desde el 2015, año de expedición del Código Orgánico General de Procesos, ya se establecía la obligación de contar con un expediente electrónico, el Consejo de la Judicatura continuó mirando a un lado y prefirió, incluso durante y después de la pandemia, no digitalizar los procesos. Si tratan de optimizar a la administración de justicia y de dotarla de transparencia y eficacia en sus actuaciones, este no puede apuntarse como un acierto. Ni siquiera se garantiza una migración eficiente del papel al archivo digital. ¿Entonces? Nada, la Judicatura sigue con la tarea pendiente de digitalizar a la justicia y tomarse más en serio la labor de los abogados. Imagínese lo mucho que beneficiaría tener un expediente 100% electrónico, debidamente numerado y que pueda promover una interacción más fluida y dinámica en una audiencia telemática. No podemos esperar más de este Consejo que nos ha decepcionado tanto y tantas veces.

@ItaloSotomayor
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