Entre apuros y mentiras

Ya están llegando las comunes y grandes mentiras electorales. Los apuros políticos traen pesadas cargas de falsedad que desorientan a nuestros ya débiles pensamientos, repletos de dudas y contradicciones.

Antes que los discursos de candidatas y candidatos nos saturen con ofrecimientos demagógicos para escenarios imaginarios y con soluciones ficticias, digamos “NO” a quienes carecen las mínimas capacidades cognitivas y académicas, a los que poseen tan sólo arrogancia intelectual y alto egocentrismo y, “¡NO!” a los sin calidad ética.

Una propuesta ‘non sancta’ apareció, vino de políticos indecentes, sujeta a la adhesión perversa de otros por compromisos sectarios. Nació a pretexto de los daños catastróficos causados por las protestas indígenas que nos calificaron como un “Estado fallido”.

Convertirnos a un Estado Federal es la idea, solución a todos los males, dicen. Anteponen ejemplos exitosos de otros países, comparando a EEUU o México con Venezuela y Argentina, cometiendo un grave error. Además, anuncian vías ‘fáciles’ para el cambio: división en tres regiones y reformas constitucionales.

Para líderes frustrados y representantes de partidos políticos, vale la siguiente y corta lectura, basada en procesos educativos comprendidos y cumplidos.

En Monterrey, México, el sistema educativo ‘nuevoleonés’ es renombrado: sólo el 1% de la población es analfabeta, el rezago educativo es mínimo, el proceso es dinámico, rico en cultura y valores, excelente para la integración familiar y social con la ayuda de sectores industriales y comerciales, con una pedagogía enteramente crítica. Por eso, la advertencia, si queremos un estado federal que no tenga un revestimiento educativo, el anuncio es ambiguo y mentiroso.

Hay guías publicadas, nacionales e internacionales, que demuestran la posibilidad de desarrollo sectorial, ciudad o provincia, con educación: “Cátedra de la ciudad”, “Pasado y presente de la ciudad de Quito” o “Madrid para la Escuela”.

Es hora de desterrar las comunes mentiras de apurados políticos.