El deseo de ser invisible

Un chico de colegio sueña con ser invisible. Su nombre no se devela. Lo que sí se revela es su temor. Tiene miedo de caminar por los pasillos. Miedo de sacar las mejores calificaciones. Miedo de que llegue la hora del recreo. Miedo de mirar cada mensaje que llega a su teléfono móvil. Miedo de que sus padres lo noten. Miedo de que no lo noten. Miedo a ser visto mientras lo acosan. Miedo a la soledad. Miedo a dejar de existir.

Eloy Moreno, autor de ‘Invisible’, construye una trama alrededor del acoso escolar con un tiempo narrativo tipo espiral. Es como un rompecabezas que con cada capítulo va encajando una pieza. Lo hace con un lenguaje tan coloquial, tan cercano y reflexivo, que permite al lector olvidarse de que está leyendo un texto de ficción. Lo duro es preguntarse en voz alta, ¿es realmente ficción? La respuesta, aunque dolorosa, es cruda: “no, no es ficción”. El caso del chico invisible se repite una y otra vez. Lo viven cientos de niños y adolescentes en nuestra ciudad, miles en nuestro país, millones en nuestra región… Es una amenaza global con consecuencias, en muchos casos, irreparables.

En esta historia el chico invisible no quiere serlo. Lo que verdaderamente quiere es que sus amigos lo miren y acudan a su rescate cuando lo necesita. Desea que sus padres se enteren de que el colegio ya no es un lugar seguro para él. Anhela con todas sus fuerzas que los profesores y autoridades de su institución reparen en la maldad que le rodea. Lastimosamente, todos llevan puestos los lentes de la indiferencia. Ven, pero no miran. Oyen, pero no escuchan. Y, entre omisiones, el chico se vuelve invisible. Tan invisible que llega a creer que, si desaparece nadie lo notará.

La lectura de este libro es imprescindible. Es literatura juvenil y ha ganado premios. Pero, si los padres se lo leemos a niños más pequeños, estaremos sembrando en ellos una dosis de realidad fundamental para su supervivencia. Porque en cada hogar debemos tener la frontalidad de asumir si uno de los nuestros está sufriendo acoso; y más aún, asumir si es uno de los acosadores.

Hay que tener claro que el problema no se va a solucionar únicamente rescatando víctimas. Hace falta que evitemos que se formen victimarios. Así como es indispensable que fomentemos valentía, para que tampoco sean cómplices. Eloy Moreno los radiografía a todos.

En mi Instagram @booksbylolita encuentran más información sobre la obra y su autor.

¡Paremos el bullying!