Ciudad Gótica

Italo Sotomayor Medina

Italo Sotomayor Medina.

Pregunté a mis amigos más cinéfilos cómo describirían ellos a Ciudad Gótica, más allá de su inmediata asociación con Batman y DC Comics. Unos dijeron que era una ciudad maldita, corrupta, sucia. Otros que era la semblanza de una sociedad fallida y en decadencia; en pocas palabras, tierra de nadie. Todos, sin excepción, respondieron, como si se tratara de un sinónimo, que era lo más parecido a lo que se ha convertido Guayaquil. Mitad en broma, mitad en serio, creo que no se equivocan.

En Guayaquil vivimos bajo la expectativa de qué tragedia pasará mañana. A diario los delincuentes y su imaginación criminal, alcanza proporciones nunca vistas. El crimen organizado no se detiene, más bien incrementa diariamente su control sobre la ciudad. Han desfilado gobernadores, estados de excepción y toques de queda; sin embargo, no hay autoridad estatal que pueda entregarnos siquiera 24 horas sin sicariatos, asaltos, secuestros y violencia. Llegó la hora de entender que estamos solos y de rodillas frente a la delincuencia; no hay camionetas, radios, armas, chalecos, ni cantidad suficiente de policías que pueda con los miles de millones del narcotráfico.

Vivir en Guayaquil es un deporte extremo. No exagero al decir que terminar la jornada laboral es una inusitada suerte o bendición. Salir de nuestras casas es una aventura de altísimo riesgo, sin saber si regresaremos con vida o con todas nuestras pertenencias completas. Acudir a un centro comercial, restaurante, parque o avenida, significa salir a esquivar balas, explosivos y armas. ¿El Estado? Ausente, impávido y sin reacción aparente. Ojalá pronto Guayaquil vuelva a ser habitable, hasta tanto, resistamos y enfoquémonos en sobrevivir en esta gótica ciudad. Que Dios nos encuentre confesados…

@ItaloSotomayor
[email protected]