Casa Egüez reinicia sus actividades

La reapertura del centro cultural realizado por el escritor ecuatoriano Iván Egüez, el martes pasado ubicado en el centro norte de Quito en las calles Juan Larrea y Río de Janeiro, con un concierto de gala intercalado con música clásica —Chopin, Rachmaninov, Shuman, Villa-Lobos— e interpretaciones de pasillos —Mauricio Noboa y Eduardo Florencia— a cargo de la pianista Andrea Almeida Florencia Hayek, enarbola el valor del arte y la disminución de la virulencia de la pandemia que afectó sobremanera a las prácticas creativas.

La Revista Rocinante y el libro del mes fluyeron en sus publicaciones a pesar del coronavirus que han favorecido a los suscriptores y lectores de la Campaña de Lectura Eugenio Espejo. En el evento nos entregaron la Antología temática Música de Fondo con la participación de escritores reconocidos del país que compartieron la afición a dotarle a la melodía una narración ficcional: Ravel de Iván Egüez, La Banda de Pueblo de Jorge Icaza, De la Música si Sonido de Abadón Ubidia, Pasillo de Jorge Velasco Mackenzie, George de Sonia Manzano, entre otros.

Casa Egüez ha ampliado sus espacios para dar frescura al largo confinamiento con cafetería, una librería, clubes, talleres, conciertos, teatro, exposiciones de pintura. En el libro del mes La nariz y otros relatos del escritor ucraniano Nicolai Gogol 1809-1852) conocido por su relato realista y absurdo. Otros de los actos artísticos desarrollados en la programación de reinicio: la actriz de teatro Juana Guarderas con el monólogo La venadita, un conversatorio sobre la memoria del escritor Juan Valdano, premio Eugenio Espejo sobre su novela del Primer Grito de Independencia de Quito Mientras llega el día (1990) que llevó al cine Camilo Luzuriaga (2004) y la actuación del tenor Paul Villavicencio con un repertorio de música variada que incluye cantos de creaciones tradicionales ecuatorianas. Los emprendimientos privados de escritores importantes como Iván Egüez son oasis de frescura en medio de un Estado que no vitaliza con presupuestos considerables las motivaciones ficcionales.

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