Alternativas terminales

El Ecuador y en general Latinoamérica, vive dos peligros inmediatos: el izquierdismo populista y el narcotráfico. Su mezcla explosiva puede acabar con nuestro país; solo hay que mirar la realidad política algunos  países hermanos  y el avance casi indetenible del narcotráfico. Unos de los dos o los dos acabarán con el sistema democrático. Sin solucionar el atraso, la pobreza, la desigualdad, que teóricos a pretexto de progresistas, no lo quieren ver. Unos por cálculos electorales despreciables, como los correístas, otros por su ciego corazón marxista leninista.

Países como Venezuela, Cuba, en parte Nicaragua, sufren ambos peligros, sin soluciones a la vista. El dinero de la narcodelincuencia gobierna junto a sus gobernantes populistas. Sus pueblos continúan en la miseria, hambrientos, distanciados del mundo que avanza, a pretexto de antiimperialistas, antiamericanos, antimercados. Hay países hipócritas como la China marxista, que tiene un capitalismo de Estado y con cinismo proclama: “No importa si el gato es blanco o negro, sino que cace ratones”. España, con socialistas como Zapatero o Podemos que tienen un discurso socialista; sin embargo, viven felices con el capitalismo, adoran  el mercado y tienen hasta Rey.

México ya es gobernado por el crimen organizado, ante el asentimiento lento de López Obrador. Su destino es terrible: el crimen, el soborno, la inseguridad tienden a acabar con ese maravilloso pueblo. Es curioso: cerca de Estados Unidos,  antiyanquis y comercian hasta la droga con en ese país. Parte de la policía, jueces, autoridades  mantienen alianza no gratuita con la narco delincuencia. Se impone Don Dinero del brazo con un populismo atrabiliario.

En el Ecuador nos hemos convertido en país de consumo,  de tráfico,  de producción de drogas. Como todo eso afecta al crimen organizado, éste tiene planes para apoderarse del Gobierno -algo avanzó en tiempo de Correa-, de jueces, fiscales, de la fuerza pública. Para muestra está el caso de Alex Saab, testaferro de Maduro, quien lavó dinero en nuestro país con falsas exportaciones. O el caso de Pulido, absuelto en el Ecuador.